sábado 14 de septiembre de 2024 23:06 pm

7 conclusiones de la primera entrevista de Harris como candidata en CNN

Sentada junto a su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, Harris respondió a las preguntas de Dana Bash el jueves sin causarse ningún daño político ni darse un impulso significativo.

Por Reid J. Epstein

Reid J. Epstein cubre la campaña presidencial de Kamala Harris. Reportó desde Washington.

30 de agosto de 2024 a las 02:48 ET

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La razón principal por la que la entrevista de CNN con la vicepresidenta Kamala Harris resultó notable fue haber sido la primera que hacía desde que el presidente Joe Biden se retiró de la contienda y la eligió como su sucesora.

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Sentada junto a su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, quien la apoyó serenamente, Harris respondió a las preguntas de Dana Bash el jueves sin causarse ningún daño político ni darse un impulso significativo.

Fue metódica y reacia al riesgo en la entrevista de 27 minutos, actuando como una cabeza de serie en las primeras rondas del torneo de tenis, el Abierto de Estado Unidos, tratando de evitar un quiebre, sobrevivir y avanzar a la siguiente ronda, en este caso, su debate del 10 de septiembre con el expresidente Donald Trump.

A continuación, siete conclusiones de la entrevista:

¿El historial económico del gobierno de Biden? Estupendo. ¿La postura del presidente hacia Israel y Gaza? Tiene la misma. ¿Su posición sobre la frontera? La comparte, y firmaría el proyecto de ley que su equipo ayudó a negociar. ¿Fracking en Pensilvania? Biden está a favor, y ella también.

Resulta que Harris es mejor vendedora de los logros de Biden y defensora de su historial que él mismo. Quizá no sea una sorpresa, dadas las mermadas habilidades políticas del presidente y sus problemas para hablar con coherencia en los últimos años.

Pero si había alguna duda sobre si Harris pondría algo de distancia entre ella y el legado de Biden, dio una respuesta definitiva el jueves por la noche.

No lo hará.

Lo que sí hizo Harris fue ofrecerse como continuación del liderazgo de Biden, aunque se distanciara de él.

Cuando Bash le preguntó si se arrepentía de haber defendido la idoneidad de Biden para el cargo y su capacidad para un segundo mandato, Harris dijo que no y elogió al presidente.

Luego, en la siguiente respiración, Harris hábilmente lo ubicó tanto a él como a Trump en el espejo retrovisor.

“Estoy muy orgullosa de haber sido vicepresidenta de Joe Biden”, dijo. “Estoy muy orgullosa de presentarme con Tim Walz a la presidencia de Estados Unidos y darle a EE. UU. lo que creo que el pueblo estadounidense merece, que es un nuevo camino hacia adelante, y pasar la página de la última década de lo que creo que ha sido contrario a donde realmente reside el espíritu de nuestro país”.

Biden, por supuesto, ha sido presidente, vicepresidente o uno de los principales candidatos a la presidencia durante la mayor parte de los últimos 15 años.

Tim Walz, left, and Kamala Harris during their CNN interview.
“Creo que el aspecto más importante y más significativo de mi perspectiva política y de mis decisiones es que mis valores no han cambiado”, dijo Harris.Credit…CNN

Desde su ascenso, Harris se ha movido cuidadosamente hacia el centro político. Abandonó una gran cantidad de posiciones de izquierda de su campaña presidencial de 2020 y le dio palestra a republicanos antiTrump en la convención demócrata de la semana pasada.

El jueves, sugirió que nombraría a un republicano para su gabinete, un movimiento simbólico para demostrar que gobernaría de manera bipartidista.

“Sería beneficioso para el pueblo estadounidense tener un miembro de mi gabinete que fuera republicano”, dijo.

Antes era habitual que los presidentes le dieran al otro partido al menos un puesto en el gabinete. El presidente Barack Obama nombró al representante republicano por Illinois, Ray LaHood, secretario de Transporte. El presidente George W. Bush puso a Norman Y. Mineta, demócrata, en el mismo puesto.

Biden y Trump no nombraron a ningún miembro del otro partido para sus gabinetes.

Trump desencadenó una avalancha de titulares negativos cuando sugirió falsamente que Harris se había identificado como parte de la comunidad negra solo en una etapa posterior de su vida y con fines políticos. Fue una afirmación absurda, y la vicepresidenta ha intentado eliminarla de raíz.

“El viejo manual de siempre”, dijo cuando Bash le preguntó sobre la afirmación. “Siguiente pregunta, por favor”.

A la pregunta de si tenía algo que añadir, Harris respondió: “Eso es todo”.

Incluso después de una pregunta blanda sobre una foto viral de The New York Times de su sobrina viéndola hablar en la convención demócrata, Harris se negó a abordar la perspectiva de convertirse en la primera mujer negra elegida presidenta.

“Me estoy postulando porque creo que soy la mejor persona para hacer este trabajo en este momento para todos los estadounidenses, independientemente de la raza y el sexo”, afirmó, ofreciendo una descripción clínica de la fotografía en lugar de revelar cualquier emoción que sintiera al verla.

“Vi esa fotografía”, continuó. “Y me conmovió profundamente. Y, tienes razón, ella —se ve la parte de atrás de su cabeza, y sus dos pequeñas trenzas, y— y luego yo estoy en la parte delantera de la fotografía, obviamente hablando. Es muy aleccionadora”.

Los discursos de Harris están llenos de frases sencillas y declarativas.

Pero la entrevista del jueves fue un recordatorio de que, sin guion, a veces puede dar respuestas discursivas que divagan y zigzaguean.

Al hablar de lo que sintió cuando Biden le dijo que ponía fin a su campaña y la apoyaba, Harris dijo que al principio no había pensado en cómo afectaría a su vida y a su legado el trascendental giro de los acontecimientos.

“Para ser sincera, lo primero que pensé fue en él”, dijo. “Creo que la historia mostrará varias cosas sobre la presidencia de Joe Biden. Creo que la historia va a demostrar que, en muchos sentidos, ha sido transformadora, ya sea por lo que hemos conseguido en cuanto a invertir por fin en las infraestructuras de Estados Unidos, invertir en nuevas economías, en nuevas industrias, lo que hemos hecho para volver a unir a nuestros aliados, y tener confianza en quiénes somos como Estados Unidos, y hacer crecer esa alianza, lo que hemos hecho para mantenernos fieles a nuestros principios, incluida la… una de las reglas y normas internacionales más importantes, que es la importancia de la soberanía y la integridad territorial”.

Esto no fue ni sencillo ni declarativo.

Dana Bash, the CNN host, in a screen grab from the interview. She is wearing a blue jacket.
Dana Bash ha entrevistado a Kamala Harris varias veces en los últimos años. Credit…CNN

En un entorno preparado por la campaña de Harris para parecer amistosa —solo tres personas sentadas juntas en una cafetería de un vecindario de Savannah— iba a ser difícil para Bash extraer muchas noticias de la vicepresidenta.

Aun así, la veterana periodista tuvo una buena noche. En una de las entrevistas más destacadas de su carrera, repasó los principales interrogantes que se ciernen sobre la joven candidatura de Harris, como qué planes concretos llevaría a cabo exactamente y por qué no había concretado algunas de sus propuestas mientras era vicepresidenta.

Cuando Harris esquivó una pregunta inicial sobre cuáles eran sus planes para el “Día 1”, Bash volvió a formularla. Como seguía sin haber una respuesta clara, le preguntó a Walz. Él tampoco respondió. En algún momento, cualquier inquisidor debe seguir adelante, y Bash lo hizo.

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Puede que los críticos republicanos de Harris hubieran deseado un interrogatorio más duro —o preguntas más directas sobre su opinión acerca de la aptitud y agudeza de Biden—, pero Bash presionó a la vicepresidenta cuando fue necesario.

También obligó a Walz a reconocer que se había expresado mal sobre el alcance de su servicio militar: “Mi gramática no siempre es correcta”, dijo.

En sus mítines conjuntos, Walz ha desempeñado el papel de animador emocionado, ofreciendo un jubiloso saludo con los dos brazos a las multitudes en apoyo de Harris.

Pero en este entorno de entrevista conjunta, su papel fue más sereno. La mayor parte del tiempo permaneció sentado, en silencio, esperando a que Bash le pidiera que dijera algo. En un momento de la primera parte de la entrevista, estuvo ocho minutos sin hablar.

Bash sabía que la persona importante a escuchar era Harris, y probablemente Walz también.

Michael M. Grynbaum colaboró con reportería desde Nueva York.

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