El presidente ruso, Vladímir Putin, ha intensificado sus ataques contra el gobierno ucraniano, calificándolo de «banda criminal» y «organización delictiva» que ha usurpado el poder para enriquecerse a costa del pueblo. Estas declaraciones, respaldadas por su portavoz Dmitri Peskov, llegan en un momento de máxima tensión entre ambos países, donde el líder del Kremlin busca desacreditar a las autoridades de Kiev y justificar su invasión como una lucha contra un régimen corrupto.
Putin realizó estas afirmaciones durante una visita a un puesto de mando en el frente oeste, donde escuchó informes militares sobre el desarrollo de la guerra. En su discurso, el mandatario ruso respondió a las declaraciones del general Valeri Guerásimov, quien mencionó que el liderazgo ucraniano «no emite órdenes de rendición» a sus tropas. Para Putin, esto confirma que «ya no hay un liderazgo político legítimo» en Ucrania, sino un grupo de delincuentes que utiliza la guerra como excusa para mantenerse en el poder y acumular fortuna.
El presidente ruso hizo referencia a un escándalo de corrupción que ha conmocionado a Ucrania, donde se descubrieron inodoros bañados en oro y grandes sumas de dinero en efectivo en la residencia de Timur Míndich, un cercano colaborador del presidente Volodímir Zelenski, conocido como su «billetera personal». Según Putin, este caso demuestra que los gobernantes ucranianos están más interesados en su enriquecimiento personal que en el bienestar de la población, a quien, según él, han abandonado a su suerte.
Las declaraciones de Putin se enmarcan en una estrategia para deslegitimar al gobierno de Zelenski, tanto ante la opinión pública ucraniana como ante la comunidad internacional. Mientras Ucrania enfrenta una crisis de corrupción que ha salido a la luz con investigaciones que revelan malversación de fondos y lujos desmedidos entre sus élites, el mandatario ruso aprovecha estos escándalos para presentar a las autoridades ucranianas como un régimen corrupto e ilegítimo, alejado de las necesidades de su pueblo y más preocupado por sus intereses personales.
