Picoteando el Espectáculo
Hace tres décadas atrás, Yuri tenía casi todo lo que muchas personas anhelan en la vida: dinero, fama, éxito y todo lo material que quisiera. Sin embargo, se sentía vacía hasta intentar acabar con su existencia hasta que encontró a Dios y la vida le cambió del cielo a la tierra.
Desde entonces tiene un matrimonio estable de hace 28 años y una adolescente (Camila Espinoza), de 14 años, que adoptó cuando tenía 45 años de edad (ahora tiene 59).
Corrían los años 90 y Yuri se mantenía en el tope de la popularidad, agigantada por “Volver a empezar”, una telenovela mexicana producida por Televisa emitida entre los años 1994 y 1995, y que ella protagonizaba junto a Chayanne y Guillermo García Cantú.
“Despues de esa telenovela no tenía vida porque hacía muchas escenas diarias, además de los conciertos constantes”, recordaba el jueves en una entrevista en el programa “El Show del Mediodía” (Color Visión).
Nueve meses que duró el melodrama en grabación y “entonces el cuerpo me pasó factura, se me va la voz, pierdo la voz” y la doctora le sentencia que tiene que dejar de cantar de cinco a seis meses. “Ahí viene una depresión terrible que me lleva a quererme suicidar”.
Sobre el tema abundó: “Ahí fui a tirarme desde un balcón y ahí escucho una voz que me dice: – dame tu vida, que te voy a dar vida en abundancia, esos fueron fracciones de segundos, entendí que era la voz de Dios y paré, lo reté, ¿sabes qué?, estoy harta, no encuentro paz… a mí levántame como a Lázaro porque yo estoy viva, pero muerta”.
A la semana fue a visitarla a Ciudad México un tío que era pastor, procedente de la ciudad de Puebla, “que durante diez años estuvieron orando por mí, mis hermanos en las drogas, yo estaba metida, no en droga, pero sí en alcohol y sexo” (en otras entrevistas ha confesado que era una adicta al sexo).
Fue en esa época que “entendí que tenía que parar, que yo necesitaba algo sobrenatural para poder existir y para reestructurar mi vida y para ser una mujer feliz”.
En su reclamo a Dios decía que “tengo dinero, tengo fama, tengo todo lo que yo quería cuando era niña, pero no tengo nada, ¿qué se necesita para ser feliz?, yo no soy feliz, ¿qué se necesita para tener una familia? porque yo soy muy bonita, muy guapa, muy hermosa, pero los hombres no me miran con amor, me miran con deseo porque yo provocaba eso”.
Dios le mostró el camino y su vida cambió radicalmente y desde hace muchos años no le importan las críticas.
“Soy muy criticada y a veces juzgada injustamente porque soy cristiana, pero me vale porque lo que Dios, lo que Jesús ha dado en esa cruz por por mí nadie me lo va a dar, es la vida eterna, la paz, mi familia, eso ni el dinero, ni la fama ni los aplausos me lo han dado”.
En la entrevista con Iván Ruiz, en el canal 9, Yuri también reveló que a raíz de que padeció covid una de las secuelas que le dejó fue la disautonomía, “una enfermedad producida por un trastorno en la regulación del sistema nervioso autónomo, que maneja o controla una serie de respuestas en nuestro cuerpo”.
Para controlarla, se medica “y con la ayuda de Dios, que es el médico de médicos”, se mantiene estable.
Yuri se encuentra en República Dominicana para cantar este viernes en el Gran Teatro del Cibao, en Santiago de los Caballeros, y el sábado 24 en el Teatro Nacional Eduardo Brito.
“República Dominicana ya llegamos, feliz de estar en Dominicana y mire, quiero decirles algo a toda la gente que me está viendo, no va a entrar ningún huracán, sabes por qué, porque yo soy una hija de Dios”, expresó.
Fuente listin diario-