Los investigadores hablan del hallazgo del gen de la ansiedad y de una forma de ponerle freno de manera natural, lo que podría conducir a nuevos tratamientos para una de las enfermedades mentales más frecuentes.
El descubrimiento de un “gen de la ansiedad” -y de una forma natural de desactivarlo– en el cerebro de los ratones podría conducir a nuevos tratamientos para los trastornos de ansiedad, que son el tipo de enfermedad mental más frecuente en el mundo.
El problema es que, mientras cualquier persona puede sentir preocupación o temor, aquellas con trastornos de ansiedad experimentan esos sentimientos de forma generalizada y a menudo sin motivo identificable.
Los medicamentos pueden aliviar los síntomas de la ansiedad, pero como no sabemos realmente qué ocurre en el cerebro de las personas con ansiedad, encontrar el fármaco o la combinación de fármacos adecuados puede ser un proceso largo de ensayo y error.
El gen de la ansiedad
Para entender qué ocurre en el cerebro que provoca la ansiedad, un equipo de investigadores del Reino Unido sometió a ratones durante 6 horas para inducir una respuesta de estrés y analizó el cerebro de los roedores a nivel molecular.
Así descubrieron un aumento de los niveles de cinco microARN (miARN) -pequeñas moléculas que ayudan a determinar qué genes de una célula se expresan y cuáles no- en la amígdala, la región del cerebro implicada en la ansiedad.
Cuando los investigadores examinaron más de cerca el miARN que alcanzó los niveles más altos, miR-483-5p, vieron que suprimía la expresión del gen Pgap2, y que esta supresión parecía aliviar el estrés y reducir el comportamiento relacionado con la ansiedad.
“Los miARN están estratégicamente preparados para controlar enfermedades neuropsiquiátricas complejas como la ansiedad”, afirma Valentina Mosienko, coautora del estudio. “Pero los mecanismos moleculares y celulares que utilizan para regular la resiliencia y la susceptibilidad al estrés eran hasta ahora, en gran medida, desconocidos”.
“La vía miR483-5p/Pgap2 (…) ofrece un enorme potencial para el desarrollo de terapias contra la ansiedad”.
De cara al futuro
Si nuevas investigaciones validan el hallazgo en cerebros humanos, el descubrimiento de este gen de la ansiedad -y de una forma natural de ponerle freno- podría servir de modelo para tratamientos que ayuden a las personas con trastornos de ansiedad.
“La vía miR483-5p/Pgap2 que hemos identificado en este estudio, cuya activación ejerce efectos reductores de la ansiedad, ofrece un enorme potencial para el desarrollo de terapias ansiolíticas contra trastornos psiquiátricos complejos en humanos”, afirma Mosienko.
Por: Deutsche Welle