Por Jose Zabala. Comunicador Digital y Creador de contenido.
New York-Según algunos expertos, la salud mental en la apertura del año escolar es un aspecto crucial que debe abordarse de manera cuidadosa y atenta. El regreso a la escuela puede ser un período estresante para muchos estudiantes, ya que pueden enfrentar cambios en la rutina, presiones académicas y sociales, y otros desafíos emocionales.
En mi época de estudiante nunca conocí la palabra “Salud Mental”. Ni siquiera en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) donde me gradué de Lic. En Contabilidad en el año 1992. Conocí la palabra salud mental en los Estados Unidos y me identifique con ella luego del Covid 19.
Ya puedo decirte que de tantas definiciones con mucho respeto a los psicólogos, médicos y demás profesionales de esa área que son muy buenos, puedo tener una definición impactante con relación a la palabra la cual está basada a mis experiencias y vivencias durante mis actividades en las calles de New York.
La salud mental se refiere al estado general de bienestar emocional, psicológico y social de una persona. Involucra la manera en que una persona piensa, siente, se relaciona con los demás, maneja el estrés, toma decisiones y enfrenta los desafíos de la vida diaria. La salud mental es un componente fundamental de la salud en general y tiene un impacto significativo en la calidad de vida de una persona.
Cuidar la salud mental implica tomar medidas activas para promover el bienestar emocional y psicológico, buscar apoyo cuando sea necesario y trabajar en el desarrollo de habilidades para enfrentar los desafíos de la vida de manera saludable.
La apertura del año escolar es un momento importante para enfocarse en la salud mental de los estudiantes y brindarles el apoyo que necesitan para enfrentar los desafíos con resiliencia y bienestar emocional.
Aquí hay algunas consideraciones importantes para promover la salud mental durante este período:
1. Comunicación abierta: Fomentar un ambiente de comunicación abierta entre padres, tutores, educadores y estudiantes. Los estudiantes deben sentirse cómodos compartiendo sus preocupaciones y emociones con adultos de confianza.
2. Crear una rutina: Mantener una rutina diaria estructurada puede brindar a los estudiantes un sentido de estabilidad y previsibilidad, lo que puede ser reconfortante para su salud mental.
3. Gestionar el estrés: Proporcionar a los estudiantes estrategias para manejar el estrés, como la práctica de la respiración profunda, la meditación o el ejercicio regular.
4. Promover la resiliencia: Enseñar a los estudiantes a ser resistentes y adaptarse a los cambios es esencial para su bienestar emocional.
5. Reconocer las señales de alerta: Educadores y padres deben estar atentos a señales de deterioro en la salud mental, como cambios en el comportamiento, el estado de ánimo o el rendimiento académico.
6. Ofrecer apoyo emocional: Brindar a los estudiantes el espacio y la atención necesaria para expresar sus emociones y preocupaciones sin juicio.
7. Promover la inclusión: Fomentar un ambiente inclusivo y libre de bullying puede ayudar a reducir el estrés emocional que algunos estudiantes pueden enfrentar.
8. Acceso a recursos: Asegurarse de que los estudiantes tengan acceso a recursos de apoyo, como consejeros escolares, profesionales de salud mental y líneas de ayuda.
9. Enfocarse en el bienestar: Recordar que el bienestar emocional es tan importante como el rendimiento académico. Educar a los estudiantes sobre la importancia de cuidar su salud mental.
10. Fomentar la autocompasión: Enseñar a los estudiantes a tratarse a sí mismos con amabilidad y comprensión, en lugar de ser demasiado críticos consigo mismos.
11. Promover el equilibrio: Ayudar a los estudiantes a encontrar un equilibrio saludable entre el trabajo escolar, las actividades extracurriculares y el tiempo para relajarse.
12. Conciencia de la presión: Reconocer y abordar la presión académica excesiva y las expectativas poco realistas.
Los desafíos del comienzo del año escolar en el mundo, como afectara a los estudiantes?
El comienzo del año escolar puede presentar una serie de desafíos para estudiantes en todo el mundo, y estos desafíos pueden variar según el país, el sistema educativo y las circunstancias individuales. Algunos de los desafíos comunes que los estudiantes pueden enfrentar al comienzo del año escolar incluyen:
1. Adaptación a nuevos entornos: Los estudiantes pueden cambiar de escuela, nivel educativo o incluso país, lo que requiere una adaptación a nuevos entornos, compañeros y profesores.
2. Niveles de aprendizaje desiguales: Después de las vacaciones de verano, algunos estudiantes pueden haber perdido parte del conocimiento adquirido el año anterior, lo que puede llevar a niveles de aprendizaje desiguales en el aula.
3. Estrés y ansiedad: La vuelta a la rutina escolar puede generar estrés y ansiedad en algunos estudiantes debido a la presión académica, las expectativas y la necesidad de ajustarse a horarios estructurados.
4. Cambios en la modalidad educativa: La pandemia de COVID-19 ha llevado a cambios en la forma en que se imparte la educación, lo que puede requerir una adaptación a clases presenciales, en línea o híbridas, según la situación de cada lugar.
5. Presión social y emocional: La vuelta a la escuela puede traer consigo desafíos sociales y emocionales, como la necesidad de encajar, enfrentar la intimidación o establecer nuevas amistades.
6. Nuevas expectativas académicas: Los nuevos grados escolares pueden implicar un aumento en la dificultad académica y mayores expectativas de rendimiento, lo que puede ser abrumador para algunos estudiantes.
7. Desafíos tecnológicos: Si las clases en línea siguen siendo una parte de la educación, algunos estudiantes pueden enfrentar dificultades con la tecnología o la conectividad.
8. Cambio de rutina: La transición de las vacaciones al horario escolar puede afectar el ritmo circadiano de los estudiantes, lo que podría impactar su calidad de sueño y su capacidad para concentrarse.
9. Equilibrio entre trabajo escolar y actividades extracurriculares: Los estudiantes a menudo se enfrentan al desafío de equilibrar las demandas académicas con sus intereses y actividades extracurriculares.
10. Salud mental: La presión académica y social puede afectar la salud mental de los estudiantes, lo que podría aumentar el riesgo de ansiedad, depresión y otros problemas emocionales.
Es importante que los educadores, padres y tutores estén conscientes de estos desafíos y brinden el apoyo necesario para que los estudiantes puedan enfrentarlos de manera efectiva. Fomentar un ambiente de apoyo, proporcionar recursos para lidiar con el estrés y promover una comunicación abierta puede ayudar a los estudiantes a navegar exitosamente el comienzo del año escolar.