Jaime Yun golpeó sin querer el espejo retrovisor de Dexter Alexander en una carretera de Brooklyn por la poca visibilidad que había por el humo de los incendios forestales de Canadá por lo que el segundo hombre le propinó un fuerte golpe en la cabeza a la víctima.
Un padre de dos niños y médico de Nueva York fue identificado como la víctima de un ataque de ira en la carretera en Brooklyn, el 8 de junio, cuando el humo proveniente de los incendios forestales canadienses oscureció parte de la ciudad.
El atacante identificado como Dexter Alexander, enfrenta cargos de agresión luego de que él y Jaime Yun, de 56 años, tuvieron un altercado que se convirtió en un “altercado físico” en la mañana de ese día cerca de Crown Heights tras un aparente ataque de ira en la carretera, informaron las autoridades.
Alexander presuntamente golpeó a Yun en la cabeza y lo dejó en el pavimento, señaló el Departamento de Policía de Nueva York.
Cuando los funcionarios se apersonaron en el lugar de los hechos, la víctima estaba “en condición estable con una lesión en la cabeza”, pero mientras fue pasando el tiempo su estado empezó a empeorar y fue trasladado a un centro asistencial cercano.
De acuerdo con los informes, Yun golpeó el espejo retrovisor lateral de Alexander, lo que causó el ataque de ira, informó Fox News.
La policía detuvo a Alexander un par de horas más tarde en Brooklyn.
Yun no fue declarado muerto, sino hasta el 16 de junio.
La oficina del médico forense determinó que la forma de muerte fue un homicidio, de acuerdo con el NYPD. Un obituario de Yun dice que perdió la vida debido a “una lesión cerebral inesperada”.
La víctima creció en Venezuela y se mudó a Colombia junto con sus padres y cinco hermanos, quienes emigraron a Nueva York en la década de los 70.
Fue alguien sobresaliente en las escuelas de Estados Unidos, convirtiéndose en el mejor alumno de la Escuela Primaria Immaculate Conception y terminando la educación secundaria en Bronx Sciencie.
Además, obtuvo su licenciatura en la universidad de Columbia y se graduó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York para ser cirujano cardiotorácico.
Su obituario dice que el “orgullo” de Yun era criar niños y ayudar a otros. Sus hijos fueron “la luz de su vida”.
“Jaime era un espectador entusiasta y su entusiasmo contagiaba a muchas personas en el banquillo. Tenía un sentido del humor peculiar y, por lo general, era el primero en reírse de sus propios chistes”, expresa su obituario.
Por: Marlyn Montilla