Escándalo en el sector inmobiliario de lujo: Tres hermanos enfrentan graves cargos de tráfico sexual
Nueva York – En un caso que ha estremecido al sector inmobiliario de lujo, los corredores de propiedades de alta gama Oren y Tal Alexander, junto con su hermano Alon Alexander, fueron acusados de tráfico sexual en una acusación federal revelada este miércoles en Manhattan. Los hermanos, conocidos por su influencia en las transacciones de propiedades exclusivas en Nueva York y Miami, ahora enfrentan serias acusaciones que describen un patrón de conducta que se extiende por más de una década.
Acusaciones alarmantes
El fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, calificó las acciones de los hermanos como “atroces” durante una conferencia de prensa. Según la acusación, los hermanos habrían “drogado, agredido sexualmente y violado repetida y violentamente a decenas de víctimas” entre 2010 y 2021, utilizando su riqueza y posición para manipular y abusar de mujeres vulnerables.
Los métodos que presuntamente emplearon los hermanos incluyen el uso de “engaño, fraude y coerción” para atraer a sus víctimas a eventos, fiestas e incluso viajes. Según los fiscales, ofrecían cubrir vuelos, estadías en hoteles y otros gastos para ganarse la confianza de las víctimas, y en algunos casos, prometían relaciones románticas para atraerlas.
Patrón de abuso y encubrimiento
Las víctimas eran a menudo drogadas con sustancias como cocaína, hongos psicodélicos y GHB, una droga conocida por su uso en agresiones sexuales. Según la acusación, los hermanos también habrían adulterado las bebidas de las mujeres para dejarlas indefensas. Una vez incapacitadas, las víctimas eran agredidas sexualmente por uno o más de los hermanos, e incluso por otros hombres asociados con ellos.
En algunos casos, los fiscales alegan que las víctimas fueron físicamente sujetadas durante los asaltos, ignorando sus súplicas de detenerse. Tras los ataques, los acusados presuntamente intentaban “compensar” a las víctimas con regalos como boletos para conciertos y artículos de lujo, en un intento de silenciar cualquier denuncia.
Modus operandi: Red de contactos y aplicaciones de citas
Los hermanos conocían a muchas de sus víctimas a través de aplicaciones de citas, eventos sociales, bares y discotecas. También se apoyaban en promotores de fiestas para identificar mujeres que pudieran ser manipuladas. Según Williams, los hermanos usaban su riqueza e influencia en estos círculos para aparentar una vida glamorosa, lo que facilitaba la atracción de las víctimas.
Arresto y próximos pasos legales
Oren, de 37 años; Tal, de 38; y su hermano gemelo, Alon Alexander, fueron arrestados en Florida este miércoles. Se espera que comparezcan ante un tribunal federal en Miami antes de ser trasladados a Nueva York, donde enfrentarán los cargos de conspiración de tráfico sexual. El fiscal Williams también dejó entrever que los acusados podrían no haber actuado solos, y que la investigación, que sigue en curso, podría llevar a más arrestos.
“Es evidente que no actuaban solos”, dijo Williams, sin proporcionar detalles adicionales sobre posibles cómplices.
Impacto en la industria inmobiliaria de lujo
Oren y Tal Alexander eran figuras prominentes en el sector inmobiliario de lujo, representando a celebridades y multimillonarios en transacciones de alto perfil. Sus arrestos han sacudido esta industria, que ahora enfrenta un escrutinio público no solo por sus vínculos con los acusados, sino también por las dinámicas de poder y explotación que podrían estar presentes en estos círculos de élite.
Reacciones y próximas audiencias
Los abogados de los hermanos no han emitido declaraciones públicas sobre las acusaciones. Mientras tanto, las víctimas, muchas de las cuales han permanecido en silencio por años, ahora tienen una oportunidad de justicia. La sociedad espera que este caso arroje luz sobre un problema más amplio de abuso de poder y explotación, más allá del ámbito de los acusados.
Se anticipa que los detalles del caso continúen desarrollándose a medida que la investigación avanza, con posibles repercusiones legales y sociales de largo alcance.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
