El jefe de detectives del NYPD ha confirmado que miembros del grupo criminal “Tren de Aragua” están involucrados en la fabricación y venta de la peligrosa droga conocida como cocaína rosa, o Tusi, que ha comenzado a circular en Nueva York. Aunque su nombre sugiere que es cocaína, en realidad, esta sustancia es una mezcla sintética que incluye ketamina, anfetaminas y, en algunos casos, fentanilo, lo que la convierte en una amenaza especialmente preocupante para jóvenes y adolescentes.
Tusi: La nueva amenaza en la Gran Manzana
El Tusi es una droga sintética originaria de Colombia que, gracias a su color rosa y su sabor a fresa, ha sido diseñada para atraer a jóvenes, quienes suelen subestimar sus peligros. A pesar de su apariencia “suave”, los efectos de esta droga son sumamente peligrosos. El NYPD ha identificado su venta en locales de entretenimiento, especialmente en Queens y cerca de refugios para inmigrantes. Los traficantes, vinculados al Tren de Aragua, se camuflan fácilmente en la comunidad migrante, lo que dificulta su identificación y arresto.
El detective Joseph Kenny señaló que, aunque algunos traficantes han sido arrestados, muchos han sido liberados debido a la falta de antecedentes penales en Estados Unidos, ya que no se dispone de información de sus crímenes en Venezuela, de donde provienen. Esta situación complica el control de las autoridades, quienes deben lidiar con un flujo constante de migrantes sin historial conocido.
El peligro para los jóvenes
Uno de los mayores peligros del Tusi es que su presentación atractiva lo hace parecer inofensivo. Sin embargo, sus efectos son devastadores: puede causar sobredosis, problemas cardíacos, convulsiones, episodios psicóticos, y, en combinación con otras drogas o alcohol, sus consecuencias pueden ser mortales. Las autoridades están particularmente preocupadas por la forma en que esta droga se comercializa en lugares frecuentados por adolescentes, como clubes y áreas cercanas a refugios de inmigrantes, lo que aumenta el riesgo de que los más vulnerables caigan en su trampa.
A pesar de estos esfuerzos, no hay actualmente una campaña educativa que alerte a las familias y estudiantes sobre los peligros de esta droga, lo que genera preocupación en los padres, como expresó Mariela Gutiérrez, madre de dos adolescentes, quien siente que las autoridades no están haciendo lo suficiente para proteger a los jóvenes.
Conclusión
El Tusi es una amenaza creciente que requiere una acción coordinada de las autoridades, desde el NYPD hasta el sistema judicial, para detener su expansión. A su vez, es urgente que se implementen campañas de concientización para informar a los jóvenes y sus familias sobre los riesgos de esta peligrosa sustancia. Mientras tanto, la DEA y el NYPD continúan investigando y desmantelando las redes delictivas que operan en la ciudad, enfocándose en detener el avance del Tren de Aragua y la distribución de esta droga mortal.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
