Haití en crisis: Pandillas, masacres y el colapso del estado de derecho
En la última tragedia que sacude a Haití, al menos 110 personas, en su mayoría adultos mayores, fueron brutalmente asesinadas en Puerto Príncipe por órdenes de un líder de pandilla que los acusó de practicar brujería. La masacre, ocurrida en el barrio de Cité Soleil, es solo una muestra del caos que domina el país, donde la violencia de las pandillas ha alcanzado niveles alarmantes.
Los hechos en Cité Soleil
La masacre fue desencadenada por la muerte del hijo de Monel Felix, alias Mikano, líder de una pandilla que controla la estratégica zona de Muelle Jérémie. Tras consultar a un sacerdote vudú, Mikano culpó a los ancianos del área por la enfermedad de su hijo y ordenó su ejecución. Según la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH), las víctimas fueron sacadas de sus hogares, acorraladas y asesinadas con armas de fuego, cuchillos y machetes.
Los residentes describieron escenas de horror con cuerpos mutilados y quemados en las calles. Aunque la mayoría de las víctimas eran mayores de 60 años, también murieron personas más jóvenes que intentaron protegerlas.
Una escalada de violencia sin precedentes
La ONU reporta que la violencia de pandillas ha dejado más de 5,000 muertos en Haití en lo que va del año. Entre los incidentes recientes, destaca el asesinato de 115 personas en la localidad de Pont-Sondé por la banda Gran Grif, en represalia contra un grupo de vigilantes locales.
El control territorial por parte de las pandillas es abrumador, con un 85% de Puerto Príncipe bajo su dominio. Este control ha desplazado a más de 700,000 personas, de las cuales la mitad son niños. Además de los asesinatos, las bandas recurren al abuso sexual para aterrorizar a las comunidades, sumiendo al país en un clima de impunidad.
Un estado fallido
Haití carece de un gobierno funcional capaz de enfrentar esta crisis. La Policía Nacional Haitiana, debilitada y mal equipada, ha recibido apoyo de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad liderada por Kenia, pero los esfuerzos han sido insuficientes. Mientras tanto, el Consejo Presidencial de Transición, encargado de organizar elecciones y restaurar el orden democrático, enfrenta sus propios problemas de legitimidad y eficacia.
El futuro incierto
Con cientos de miles de desplazados, una economía devastada y un estado de derecho inexistente, Haití enfrenta una de las peores crisis humanitarias de su historia. La comunidad internacional, aunque involucrada, no ha logrado frenar la espiral de violencia. La pregunta que persiste es si Haití podrá encontrar una salida a este abismo o si el caos seguirá profundizándose.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com