Por José Zabala, creador de contenido
Desde el 2008, el Ballet Folklórico Ramona Torres ha sido una auténtica representación del alma cultural dominicana en la diáspora. Conformado por 15 integrantes, entre niños, adultos, hombres y mujeres, este grupo se ha destacado por preservar las raíces musicales y dancísticas del folclore dominicano, en el corazón de Nueva York. Sin duda, su trabajo va más allá de las coreografías, siendo un puente que une a los dominicanos con su patria, a través del arte.
Ramona Torres, en su incansable labor, ha mantenido viva esta agrupación con un objetivo claro: que los dominicanos en el exterior no olviden sus raíces. “Es nuestra responsabilidad como hijos de Quisqueya, asegurarnos de que nuestros niños y jóvenes conozcan el arte que corre por nuestras venas”, afirma Torres, quien además enfatiza la necesidad de respaldo por parte de todos los sectores de la comunidad.
“Sin el apoyo de la comunidad, corremos el riesgo de perder este legado cultural. El ballet es más que danza, es una expresión viva de quiénes somos como pueblo”, agrega con pasión la carismática profesora cultural.
El impacto del Ballet Folklórico Ramona Torres ha sido profundo, trayendo consigo una sensación de identidad y orgullo a los dominicanos en el extranjero. Aquí algunos comentarios de miembros de la comunidad que destacan la importancia de esta agrupación: María Guzmán, residente de Washington Heights: “El Ballet Folklórico no solo nos trae nostalgia, sino que nos conecta con nuestras raíces. Mi hija baila en el grupo, y para mí es un orgullo verla aprender los bailes que yo también bailaba de niña.”
Roberto Jiménez, empresario local: “Ver a nuestros jóvenes involucrados en algo tan positivo y cultural como el Ballet Folklórico me llena de esperanza. No podemos permitir que se pierda este tesoro que representa nuestra identidad.”
Ana Rosario, activista comunitaria: “El Ballet Ramona Torres es mucho más que un grupo artístico, es una escuela de vida para nuestros niños. Aquí aprenden valores, disciplina y el orgullo de ser dominicanos.”
El Ballet Folklórico Ramona Torres no solo enriquece culturalmente a la diáspora dominicana, sino que es un faro de identidad y orgullo para quienes viven fuera de la patria. La permanencia de esta agrupación requiere del apoyo continuo de la comunidad, para que las futuras generaciones sigan bailando al ritmo del merengue, la bachata y los sones autóctonos que definen la cultura dominicana.
El Ballet Folklórico Ramona Torres ha recibido múltiples reconocimientos por su labor cultural y comunitaria, no solo ha cautivado al público en Nueva York, sino que también ha llevado su arte a diferentes estados de la nación americana. Con su compromiso de mantener vivas las tradiciones culturales, el grupo ha logrado representar a la comunidad dominicana en escenarios nacionales, destacándose por su autenticidad y talento.
Metas y expansión internacional
Ramona Torres, fundadora y líder del grupo, tiene grandes aspiraciones para su ballet. Su objetivo es llevar el folclore dominicano a un nivel internacional, presentándose en países como España, Francia, Italia y Puerto Rico, donde la comunidad dominicana continúa creciendo. Además, sueña con expandirse a Latinoamérica y el Caribe, consolidando aún más la presencia del arte y la cultura dominicana en el exterior.
Con estos planes, el Ballet Folklórico Ramona Torres sigue abriendo puertas para la cultura dominicana, buscando no solo enriquecer a sus comunidades, sino también conectar a las nuevas generaciones con sus raíces a través del arte y la danza.
El Ballet Folklórico Ramona Torres: Una institución cultural que conecta a las nuevas generaciones con sus raíces
El Ballet Folklórico Ramona Torres no solo es un grupo artístico, sino una verdadera institución cultural que ha desempeñado un papel clave en la preservación y promoción de la cultura dominicana en Estados Unidos. A través del grupo, muchos niños y jóvenes nacidos en Estados Unidos, pero de origen latinoamericano y caribeño, han encontrado una manera de conectarse con sus raíces y todos le gustan la música y la cultura dominicana.
Uno de los logros más destacados del Ballet es cómo, a través de la danza y la música, estos niños han podido aprender a hablar español, además de familiarizarse con la rica tradición musical y cultural de la República Dominicana. La conexión que establecen con su herencia cultural no solo los enorgullece, sino que también les da una identidad más sólida en su vida diaria.
El impacto educativo y cultural del Ballet Folklórico Ramona Torres es invaluable, ya que logra transmitir el legado de la cultura dominicana a las nuevas generaciones, permitiendo que estos jóvenes mantengan vivas las tradiciones de sus padres y abuelos, al mismo tiempo que se integran plenamente en la sociedad estadounidense.
