Desde Antonio Guzmán Fernández: cuando un presidente permite que la justicia alcance incluso a su propio compadre. Solo Luis Abinader lo ha logrado.
Por Luis Hidalgo.
Nueva York. – En una de sus intervenciones más extensas, personales y controversiales, el comunicador Frederick Martínez, conocido como El Pachá, sorprendió a la opinión pública al expresar un respaldo directo al presidente Luis Rodolfo Abinader, a pesar de haber sido un férreo opositor a su llegada al poder.
Al colocar a Luis Abinader en la misma línea histórica que Antonio Guzmán Fernández, El Pachá plantea un debate profundo sobre liderazgo, consecuencias y el verdadero costo de gobernar con independencia judicial en la República Dominicana.
Con su estilo frontal y sin ambigüedades, El Pachá inició su mensaje reconociendo públicamente que hizo todo lo posible para que Abinader no alcanzara la Presidencia. Sin embargo, afirmó que hoy se siente moralmente obligado a “darle cuentas a Dios” y expresar lo que considera la verdad, aunque resulte incómoda.
La referencia histórica: Antonio Guzmán Fernández
El eje central de su reflexión gira en torno a una comparación histórica contundente. Según Martínez, desde el gobierno de Antonio Guzmán Fernández (1978–1982) no se había visto en la República Dominicana a un presidente que permitiera que personas cercanas a su entorno fueran sometidas a la justicia.
El Pachá recordó un hecho documentado y ampliamente conocido: Antonio Guzmán Fernández envió a prisión a un compadre suyo, a quien incluso había bautizado a su único hijo, tras comprobarse un uso indebido de fondos públicos vinculados a tierras del Estado. Para Martínez, ese acto marcó un antes y un después en la ética presidencial dominicana.
“Antonio Guzmán metió preso a su propio compadre. Eso está documentado. Lo hizo porque entendía que nadie estaba por encima de la ley”, sostuvo.
El caso Abinader y la justicia independiente
Bajo esa misma lógica histórica, Frederick Martínez afirmó que Luis Abinader se convierte en el primer presidente, desde Antonio Guzmán, que permite que funcionarios de su propio gobierno enfrenten procesos judiciales, sin protección política ni privilegios.
A su juicio, ese hecho representa el mayor logro institucional del actual mandatario, incluso por encima de la narrativa política que intenta desacreditar su gestión.
“Desde Antonio Guzmán no se había visto a un presidente dejar que personas de su entorno fueran investigadas y enviadas a prisión. Eso tiene un valor enorme y no se ha sabido comunicar”, expresó.
Martinez agregó que ni Leonel Fernández ni Danilo Medina actuaron de esa manera durante sus gestiones.
El Pachá insistió en que el presidente no puede ser responsabilizado personalmente por actos cometidos por funcionarios que hoy están bajo investigación, y que precisamente permitir que esos procesos avancen constituye una señal clara de independencia judicial.
Críticas severas a la estrategia de comunicación del Gobierno
Uno de los puntos más reiterados en su intervención fue su crítica directa al equipo de comunicación y estrategia del Gobierno, al que responsabiliza de no haber sabido explicar ni capitalizar políticamente estos hechos ante la población.
Martínez consideró que el presidente Abinader ha asumido un alto costo político al no intervenir en los procesos judiciales, pero que ese sacrificio institucional no ha sido correctamente presentado ante el país.
“El gran protagonista de todo esto es el presidente, pero su equipo no ha sabido venderlo. No han sabido explicarle al pueblo lo que realmente está pasando”, afirmó.
Incluso sugirió que el mandatario debería dirigirse directamente a la nación, de manera clara y breve, para explicar su posición frente a casos sensibles como el de SENASA y otros procesos actualmente en curso.
Una reflexión personal y política
En un tono más íntimo, El Pachá también compartió su experiencia personal como comunicador que, según explicó, pagó un precio profesional por sus posiciones políticas en el pasado. Aun así, dejó claro que su postura actual no responde a conveniencias personales, sino a una convicción ética.
“Yo no hablo por conveniencia. Hablo porque creo que hay una justicia divina y que algún día todo se pone en su lugar”, expresó.
El mensaje de Frederick Martínez no constituye una defensa partidaria tradicional, sino una lectura histórica y moral del ejercicio del poder, donde resalta que permitir que la justicia actúe, incluso contra aliados y personas cercanas, es una señal de fortaleza institucional.
Al colocar a Luis Abinader en la misma línea histórica que Antonio Guzmán Fernández, El Pachá plantea un debate profundo sobre liderazgo, consecuencias y el verdadero costo de gobernar con independencia judicial en la República Dominicana.
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