El Senado votó el sábado para debatir y aprobar el amplio proyecto de ley de protección del clima y de atención médica de los demócratas.
Un Senado dividido dio un paso crucial el sábado para aprobar el proyecto demócrata de la Ley de Reducción de la Inflación, que incluye medidas para abordar el cambio climático, reducir los costos de atención médica y aumentar los impuestos a las grandes corporaciones, con una votación de prueba que allanó el camino para que se promulgue una parte importante de la agenda nacional del presidente Joe Biden en los próximos días.
La medida avanzó con una votación de línea partidaria de 51 a 50, con todos los republicanos en contra y la vicepresidenta Kamala Harris rompiendo el empate. Esta primera votación en la Cámara Alta era el paso previo para que los senadores de ambos partidos puedan empezar a debatir la medida.
En su discurso anunciando la votación, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, aseguró que se trata de una legislación “para las familias que no pueden llegar a fin de mes, para los ancianos que no pueden pagar sus medicamentos y para los niños con asma”.
A partir de ahora, se inicia el proceso conocido como vote a-rama, el el cual cada grupo parlamentario tiene hasta 10 horas disponibles para ofrecer su opinión sobre el proyecto, que después será sometido a un proceso maratoniano de enmiendas en el que se espera que los republicanos, que se oponen al paquete, introduzcan propuestas que fuercen votaciones difíciles para los demócratas.
Por la mañana se conoció que el proyecto había conseguido la aprobación de la parlamentaria del Senado, un paso previo para asegurar que el proyecto de ley se ajusta a las reglas de la reconciliación presupuestaria, que permite que la legislación se apruebe por una mayoría simple en lugar de la mayoría calificada de 60 votos que se suele necesitar en el Senado.
En los discursos previos a la votación, los demócratas defendieron que el paquete legislativo, que contempla la mayor inversión pública contra el cambio climático en la historia del país, permitirá reducir la dependencia energética y bajar los precios de la electricidad, invirtiendo en compañías estadounidenses.
También argumentaron que reducirá el déficit y permitirá bajar los precios de algunos medicamentos, lo que a su vez aliviará ligeramente las presiones de una inflación desbocada.
Los republicanos, por su parte, advirtieron contra el peligro de subir impuestos durante un período de contracción económica, y argumentaron que la ley hará que las clases trabajadoras sufran las consecuencias del “despilfarro” de los demócratas, haciendo que suba la inflación.
Si finalmente se aprueba, la Ley de Reducción de la Inflación será una gran victoria para Biden.
Se espera que el proceso de debate y enmiendas se alargue hasta altas horas de la noche, por lo que la aprobación final del proyecto podría no llegar hasta el domingo.
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