lunes 14 de octubre de 2024 07:04 am

Haitianos dudan de que la ONU pueda ofrecer una solución internacional a la crisis de pandillas.

Desesperanza en Haití ante la ineficacia de la fuerza respaldada por la ONU para frenar la violencia de pandillas

Mientras los líderes mundiales se reúnen en la ONU para discutir el futuro de los esfuerzos internacionales en Haití, la población local expresa su escepticismo respecto a la efectividad de las medidas adoptadas hasta ahora. Una fuerza de 400 policías de Kenia y unos 24 agentes jamaicanos ha hecho poco para frenar la violencia desatada por las pandillas que controlan gran parte del país desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.

Estados Unidos ha propuesto una fuerza de paz de la ONU, aunque la idea ha sido objeto de controversia, especialmente a la luz de los escándalos de cólera y abuso sexual que marcaron la anterior intervención de la ONU en Haití. La misión keniana se implementó con la intención de evitar la tensión que podría generar otra misión de paz.

El presidente de Kenia, William Ruto, quien visitó Haití el fin de semana antes de asistir a la Asamblea General de la ONU, se mostró abierto a convertir la actual operación en una misión de paz de la ONU más amplia, señalando: “No tenemos absolutamente ningún problema con la sugerencia de convertir esto en una misión de paz de la ONU, si esa es la dirección que el Consejo de Seguridad de la ONU quiere tomar”.

A pesar de estos esfuerzos, un informe reciente de un experto en derechos humanos de la ONU indica que la violencia de las pandillas se está extendiendo y que la policía haitiana carece de la “capacidad logística y técnica” necesaria para hacer frente a esta amenaza. La frustración y desesperanza son palpables entre los haitianos, como Mario Canteve, quien expresó: “Nadie vendrá a salvar a Haití. Nada está cambiando”.

Canteve, un vendedor de chips para teléfonos y reparador de electrónicos en Puerto Príncipe, observa que aproximadamente el 80% de la ciudad está bajo el control de pandillas. En respuesta a la violencia, algunos ciudadanos han formado grupos de vigilancia comunitaria, reflejando la falta de confianza en soluciones internacionales.

Moise Jean-Pierre, un profesor de 50 años, enfatizó que las misiones de la ONU en el pasado fueron una “pérdida de tiempo”. La desconfianza en la comunidad internacional plantea un desafío considerable para los líderes globales que han buscado resolver los problemas crónicos de Haití.

El gobierno de Kenia ha prometido enviar 600 agentes adicionales, elevando la misión actual a un total de 2,500 efectivos, con apoyo adicional de varios países, aunque aún no se ha determinado una fecha para su despliegue.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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