La sombra de la corrupción persigue a la presidencia de Xiomara Castro
TEGUCIGALPA, Honduras – sep. 03, 2024 | 08:07 a. m.| 6 min de lectura
La presidenta hondureña Xiomara Castro saluda durante la ceremonia de juramentación del presidente colombiano Gustavo Petro en Bogotá, Colombia. (AP/FERNANDO VERGARA)
Un reconocimiento incriminatorio por parte del cuñado de la presidenta de Honduras apenas días después de que la nación anunciara que pondría fin a su tratado de extradición con Estados Unidos está azuzando temores entre los hondureños de que continúa el legado de corrupción en el país.
La presidenta Xiomara Castro había inspirado esperanza cuando fue elegida para ser la primera mandataria del país centroamericano en 2021 con base en la promesa de “sacar a Honduras del abismo en el que nos han sepultado el neoliberalismo, el narcodictador y la corrupción“.
A pesar de estar casada con el expresidente Manuel Zelaya Rosales —derrocado en un golpe de Estado en 2009—, Castro fue una bocanada de aire fresco para muchos hondureños tras la presidencia de Juan Orlando Hernández, quien fue sentenciado en junio a 45 años de cárcel por un tribunal estadounidense por cargos de narcotráfico.
Pero debido a que la violencia de las pandillas ha seguido sacudiendo a Honduras y a que varios escándalos han agobiado al gobierno de Castro, la frustración ha reemplazado ese optimismo inicial para muchos hondureños, que ahora ven en ella a la misma clase de gobernantes corrupto que han estado al frente de su país por largo tiempo.
“Pensábamos que acabaría la corrupción con Xiomara Castro, porque se supone que iban a marcar una diferencia de gobiernos anteriores, pero han resultado iguales o peores”, sostuvo Gabriel Hernández, de 44 años, quien trabaja en mercadotecnia en la capital Tegucigalpa.
El golpe más reciente ocurrió este fin de semana, cuando el cuñado de Castro, Carlos Zelaya —diputado del partido Libertad y Refundación (Libre) y secretario del Congreso—, reconoció que se había reuido con el líder de la organización narcotraficante “Los Cachiros” en 2013.
Zelaya, hermano del expresidente Manuel Zelaya, reveló los detalles a la prensa cuando acudió al Ministerio Público el sábado para declarar con respecto a una investigación sobre sus presuntos nexos con el narcotráfico.
Dijo que el narcotraficante ofreció respaldar la campaña de Libre ese año, cuando Castro se postuló a la presidencia sin éxito. Zelaya explicó que en esa época desconocía que las personas que acudieron a la reunión estaban relacionadas con el tráfico de drogas.
“Hace 11 años a mí se me invitó a participar en una reunión en la que estaba un grupo de empresarios que querían hacer una aportación a la campaña”, expresó Zelaya a periodistas al salir del Ministerio Público. “Estoy convencido que esa reunión fue grabada de todo lo que pasó ahí. Caí en una trampa, asumo mi responsabilidad”.
Hizo ese reconocimiento tan sólo unos días después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Enrique Reina, anunció que el país pondría fin a un tratado de extradición con Washington luego de una disputa con un diplomático estadounidense. El tratado había estado vigente durante más de un siglo. Desde 2014, un total de 64 hondureños han sido extraditados a Estados Unidos, en gran medida bajo cargos de tráfico de drogas. Uno de ellos fue el expresidente Hernández.
“No creo que esto sea una coincidencia, no creo que sea algo al azar… Este es un asunto que podría ser un punto de inflexión en la presidencia de Castro“, dijo Tiziano Breda, experto en Centroamérica en el Instituto Affari Internazionali de Italia. “A menos que Castro se retracte y reestablezca el tratado de extradición, inevitablemente esta medida será considerada una forma de proteger a su familia”.