Por José Zabala Creador de Contenido.
Nueva York.- El reconocido comunicador José Zabala ha compartido una emotiva reflexión sobre cómo la emblemática canción “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat marcó un antes y un después en su vida. “Mis raíces y mi crecimiento personal están profundamente inspirados por esta obra maestra. En momentos de extrema pobreza y exilio personal, personas como Helena Vélez, Lucinda Vélez, Darío Rodríguez, José Campillo, doña Carmen Pichardo entre otras personas me ayudaron a salir del abismo de la necesidad más extrema”, expresó Zabala.
El comunicador admite que fue gracias a su fe en Dios y su perseverancia que logró superar todas las limitaciones que intentaron frenar su éxito. “Me gradué de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) como licenciado en Contabilidad, y luego obtuve una maestría en Auditoría y Mercadeo. Pese a todas las barreras, logré convertirme en uno de los pocos subgerentes de color en un banco de la República Dominicana. En aquel tiempo, se pensaba que los bancos eran solo para personas de alta alcurnia y reinas de belleza”, compartió con orgullo.
José Zabala rememoró cómo “Mediterráneo” que se lanzó en el año 1971 y con el tiempo se ha convertido en un himno, le acompañó en cada paso de su camino hacia el éxito. “Logré mi sueño con la canción de Serrat y no sé por qué. Su calidad interpretativa me marcó y luego entendí el mensaje de sus letras y dije donde este buscare quien soy bajo cualquier circunstancia y voy a llegar al éxito. Dios en Control. Hoy soy creador de contenido para las redes sociales y medios de comunicación reconocidos a nivel nacional e internacional .Y luego de más 50 años de salir esta icónica canción, hago esta reflexión: en verdad, esta canción cambió mi vida. Invito a todos a escucharla, y a que relacionen sus letras con sus propias vidas. Quizás, como me ocurrió a mí, también encuentren en ella la fuerza para superar cualquier adversidad.”
La letra de “Mediterráneo” evoca la profunda conexión del ser humano con sus raíces y su tierra natal. Desde sus versos iniciales, Serrat nos transporta a su infancia y su relación íntima con el mar. Esa misma conexión fue la que inspiró a Zabala a superar las adversidades y a seguir luchando por sus sueños.
“Quizás porque mi niñez / Sigue jugando en tu playa / Y escondido tras las cañas / Duerme mi primer amor…”
“Yo, que en la piel tengo el sabor / Amargo del llanto eterno / Que han vertido en ti cien pueblos / De Algeciras a Estambul…”
“En el exilio que fue la pobreza para mí, la canción me hizo sentir cerca de casa, me dio esperanza. Cada verso, cada nota, me recordaba que, aunque estuviera lejos de mi hogar, siempre habría una manera de regresar, de levantarme. Ese mar del que Serrat habla, lo sentía como mío, aunque no lo tuviera frente a mí. Me dio fuerzas para seguir adelante”, dijo Zabala, visiblemente emocionado.
Zabala también recordó las palabras del propio Serrat sobre la creación de este himno, que fue escrito durante su exilio en México, cuando el cantautor anhelaba volver a su mar Mediterráneo. “Estaba en México, llevaba semanas en el interior. Soñaba, literalmente, con el mar. Agarré el coche y me fui a un lago, aunque solo fuera por hacerme a la idea del mar que yo añoraba”, relató Serrat en una entrevista para El País, describiendo el momento en el que comenzó a escribir la canción.
Para muchos, “Mediterráneo” ha sido un himno de identidad, no solo de un país, sino de todas aquellas personas que, como José Zabala, han encontrado en ella una fuente de inspiración y de fuerza para superar los desafíos de la vida. Como bien dijo Serrat, “‘Mediterráneo’ es una identidad feliz”.
El comunicador concluyó su reflexión invitando a todos a escuchar la canción con detenimiento: “Le pido a cada persona que escuche ‘Mediterráneo’ y, con profundidad, relacione sus letras con su propia vida. Quizás encuentren, como yo lo hice, una brújula en momentos de oscuridad, un consuelo en tiempos difíciles, y la inspiración para seguir adelante cuando todo parece perdido”.
Con esta emotiva declaración, José Zabala no solo nos revela una parte íntima de su historia, sino que también nos recuerda el poder transformador de la música y su capacidad para trascender fronteras, épocas y generaciones.
