Por José Zabala, Creador de Contenido
New York: En un debate reciente frente a Kamala Harris, el expresidente Donald Trump lanzó una serie de afirmaciones falsas que han generado polémica y le han costado puntos en las encuestas. Una de las declaraciones más impactantes de Trump fue su afirmación de que «los haitianos se están comiendo los gatos y animales en Ohio», un comentario que fue inmediatamente desmentido y calificado como desinformación por múltiples fuentes.
Esta declaración ha causado una gran indignación, no solo entre la comunidad haitiana en Estados Unidos, sino también entre líderes políticos y organizaciones que luchan contra la xenofobia. La comunidad haitiana, que ha sido una parte fundamental de la fuerza laboral en diversos sectores del país, se ha sentido profundamente ofendida por las acusaciones de Trump, que consideran racistas y falsas.
Por su parte, Kamala Harris respondió con calma y firmeza, instando a los votantes a no dejarse llevar por la desinformación y a centrarse en los problemas reales que enfrenta el país. La campaña de Harris se ha enfocado en ofrecer soluciones concretas en áreas como la salud, la economía y la justicia social, mientras que Trump ha sido criticado por utilizar retórica incendiaria sin presentar un plan claro.
Tras el debate, diversas encuestas han mostrado una caída en el apoyo a Trump, especialmente entre votantes indecisos que ven con preocupación su continua propagación de mentiras. Las plataformas de verificación de datos confirmaron que no hay evidencia de que algo remotamente similar a lo que Trump afirmó esté ocurriendo en Ohio.
Este tipo de declaraciones han reavivado el debate sobre la importancia de la veracidad en el discurso político y los peligros de la desinformación en un momento crucial para el futuro de Estados Unidos.