Por José Zabala, Creador de Contenido
La expresión “le di una pela de lengua” es una de esas frases populares que, al escucharla, puede provocar risas, asombro o incluso empatía dependiendo del contexto. Con origen en los países de habla hispana, especialmente en República Dominicana, esta expresión encapsula mucho más que palabras; es una representación cultural y una herramienta lingüística para transmitir una idea poderosa.
¿Qué significa “le di una pela de lengua”?
Literalmente, podría sonar como algo físico, pero su significado es puramente verbal. Esta frase se usa para describir el acto de regañar, reprender o “poner en su lugar” a alguien utilizando únicamente palabras. Es una metáfora que combina la intensidad de un castigo con el poder del lenguaje.
Por ejemplo, alguien podría decir: “A mi sobrino lo encontré jugando con fuego, y créeme que le di una pela de lengua para que nunca lo vuelva a hacer”.
Aquí, el objetivo no es causar daño, sino corregir, enseñar o expresar una fuerte desaprobación.
Contextos de Uso
- En la familia:
Padres o abuelos suelen utilizar esta frase cuando han tenido que reprender a los más jóvenes por alguna travesura o comportamiento indebido. - En el trabajo:
Jefes o colegas pueden “dar una pela de lengua” cuando alguien comete un error grave o no cumple con sus responsabilidades. - Entre amigos:
Aunque con un tono más ligero, también se usa entre amigos para señalar errores o comportamientos de una manera directa pero sin malas intenciones. - En la política y la sociedad:
Figuras públicas, especialmente líderes comunitarios, periodistas o activistas, a menudo utilizan su “lengua” como herramienta para denunciar injusticias o exigir cambios.
¿Es siempre negativo?
No necesariamente. Aunque la frase implica un tono firme o crítico, su objetivo puede variar desde una llamada de atención bien intencionada hasta una confrontación directa. Todo depende del contexto, el tono y la relación entre las personas involucradas.
Comentarios del Público: Juan Pérez, padre de tres hijos: “En mi casa, cuando digo que les di una pela de lengua, mis hijos saben que fue una lección que necesitaban escuchar. A veces duele más que un castigo físico”.
María López, maestra de escuela: “Como educadora, he tenido que usar palabras firmes en más de una ocasión. Es importante que los estudiantes entiendan la gravedad de sus acciones, pero siempre desde el respeto”.
Luis García, joven profesional: “En el trabajo, una vez mi jefe me dio una pela de lengua porque llegué tarde a una reunión importante. Fue incómodo, pero aprendí a ser más puntual”.
La riqueza del lenguaje popular
Expresiones como “le di una pela de lengua” enriquecen nuestro idioma y reflejan la cultura, las emociones y las dinámicas sociales de las comunidades hispanohablantes. Más allá de las palabras, estas frases transmiten valores, tradiciones y formas de entender el mundo.
Así que, la próxima vez que escuches que alguien dio o recibió una “pela de lengua”, sabrás que no se trata de algo físico, sino de una experiencia verbal intensa que, en muchos casos, busca educar, corregir o simplemente liberar emociones.