Por José Zabala, creador de contenido
New York: Un dicho popular con mucho peso. En el rico universo de la cultura dominicana, las frases hechas forman parte de la identidad nacional, y una de las más utilizadas es “A otro perro con ese hueso”. Esta expresión, que a simple vista parece un juego de palabras, encierra un poderoso mensaje: desconfianza, incredulidad y rechazo hacia excusas, engaños o intentos de manipulación. Usarla equivale a decir “a mí no me convences con eso”, reafirmando la picardía y el sentido crítico del dominicano.
Impacto social
En la vida cotidiana, este dicho refleja el ingenio popular frente a las mentiras o justificaciones vacías. Es común escucharlo en conversaciones familiares, entre amigos o en las calles, como mecanismo de autodefensa verbal frente a situaciones dudosas. Su uso fortalece la identidad cultural porque representa la astucia, la resistencia y la capacidad de detectar falsedades en la interacción social.
Impacto económico
En el plano económico, la frase suele aparecer cuando la gente enfrenta promesas incumplidas: proyectos de inversión que no se materializan, ofertas engañosas o precios inflados. El dominicano la utiliza como escudo frente a los intentos de manipulación en un mercado donde el consumidor ha aprendido a cuestionar y exigir transparencia.
Impacto político
En política, “A otro perro con ese hueso” se ha convertido en un símbolo de desconfianza hacia discursos repetitivos, promesas electorales no cumplidas y justificaciones de errores de gestión. Representa el hartazgo del pueblo frente a la retórica vacía, y se escucha en barrios, programas radiales y debates comunitarios cuando la gente expresa que no acepta más excusas.
Impacto cultural
En lo cultural, esta frase se suma al repertorio del refranero dominicano que expresa la esencia criolla: astucia, desconfianza sana y humor popular. También se ha incorporado en canciones, obras de teatro y hasta memes, reforzando su valor como parte de la herencia oral que identifica al dominicano dentro y fuera del país.
Tres comentarios de dominicanos que la usan
- María, residente en Nueva York: “Cuando un político viene con lo mismo de siempre, yo le digo rápido: A otro perro con ese hueso, porque ya no nos tragamos promesas vacías”.
- Rafael, comerciante en Santo Domingo: “A veces llegan vendedores con ofertas imposibles, y yo les respondo así. Es mi manera de decirles que no me engañan”.
- Carmen, estudiante en Santiago: “Entre amigos lo usamos mucho. Cuando alguien inventa una excusa para no salir o no pagar, siempre sale ese dicho y nos reímos”.
¿Quiénes más la usan?
La expresión no solo la emplean personas comunes; también la repiten comunicadores en la radio y televisión, humoristas, líderes comunitarios y hasta políticos en debates, como recurso para desarmar un argumento contrario. En la diáspora dominicana, especialmente en Nueva York, es frecuente escucharla como recordatorio de que el dominicano mantiene su esencia y su picardía, sin importar la distancia.