Por José Zabala, creador de contenido
Washington Heights, Nueva York – En una esquina cualquiera de la calle 177, con el ruido de fondo del tren, los carros, y la vida que no se detiene, un amigo muy especial José Pri Pri, hombre sabio de barrio, voz popular y corazón comunitario me compartió una frase que lleva días haciéndome pensar:
“Zabala, a veces llueve fuerte… pero no necesitamos paraguas.”
No fue una metáfora casual. Fue un llamado a mirar más allá de lo literal, a entender que la vida, con toda su tormenta, no siempre nos obliga a cubrirnos o escondernos. A veces, simplemente nos toca resistir, mojarnos, aprender… y seguir caminando.
La profundidad de una frase que nació del alma del pueblo
Esta frase de José Pri Pri representa el espíritu de una comunidad que no se rinde. Una comunidad como la nuestra, donde miles de dominicanos y latinos han cruzado fronteras, han perdido familiares, han sobrevivido a pandemias, injusticias, desalojos, silencios… pero siguen de pie. Siguen cantando, siguen trabajando, siguen soñando.
¿Y qué simboliza esa lluvia?
– La lluvia fuerte son las dificultades, las pérdidas, las facturas impagables, las enfermedades, los rechazos.
El no necesitar paraguas representa la fuerza interior, esa fe que no se negocia, esa identidad que no se dobla, ese amor por la vida que no se moja aunque caiga el cielo.
Un mensaje esperanzador de José Pri Pri
“Zabala, ¿tú sabes por qué a veces no necesitamos paraguas? Porque ya tenemos la piel endurecida, pero no el corazón. Porque nos acostumbramos a las tormentas, y aprendimos a bailar con los pies mojados. Porque si corremos de cada lluvia, nunca vemos florecer lo que sembramos.”
Esas palabras de José Pri Pri, dichas con sencillez, llevan la sabiduría de los abuelos, la resistencia del inmigrante y el orgullo del que nunca olvida de dónde viene. Son palabras que deben quedar grabadas en la conciencia colectiva de nuestra comunidad.
Reflexión final de José Zabala
Desde estas letras, les hablo como hijo de esta comunidad, como testigo de nuestras luchas y como promotor del orgullo dominicano:
“A veces sentimos que todo se nos viene encima, que el cielo nos prueba, que las gotas no cesan. Pero recordemos esto: no siempre necesitamos paraguas. A veces basta con tener dignidad, con caminar en fe, con estar rodeado de nuestra gente. Que la lluvia nos limpie, pero no nos paralice. Que la tormenta nos fortalezca, pero nunca nos quite la esperanza.”
Que este mensaje sirva de faro para todos los que hoy enfrentan sus propias lluvias. Que nunca olvidemos que dentro de nosotros vive una fuerza que ni la tormenta más intensa puede detener.
Por José Zabala, creador de contenido
Inspirado en la sabiduría de José Pri Pri, desde la 177 de Washington Heights.
