Por José Zabala, creador de contenido
Santo Domingo – Con inmenso orgullo y un profundo sentido de unidad, la plataforma “Qué Viva la Patria” desplegó su vibrante espíritu cultural e histórico en diversos sectores de la capital, convocando a miles de dominicanos que, con alegría y fervor, se unieron para celebrar nuestras raíces y la riqueza de nuestra identidad nacional. Este gran encuentro rindió homenaje a los héroes de la Gesta Histórica de la Restauración, que este mes de agosto cumple 162 años, reafirmando el compromiso de mantener viva la memoria de nuestros próceres.
El magno evento musical estuvo protagonizado por íconos y nuevos talentos de nuestra música como Sergio Vargas, Eddy Herrera, El Chaval de la Bachata, Wason Brazobán, Chiquito Team Band, Bulín 47, Steffany Constanza y Chimbala. Fue un verdadero abrazo colectivo donde generaciones enteras se entrelazaron para honrar la memoria viva de la Restauración, transmitiendo a niños, jóvenes y adultos el valor de la libertad y el orgullo de ser dominicanos.
Un pueblo unido en un mismo latir
Desde las alturas, la vista aérea de Ciudad Juan Bosch mostraba más que una multitud: revelaba el latido de un pueblo que se reconoce en su historia y en su cultura. Gente que canta, baila y se emociona con el legado que nos dejaron nuestros héroes, renovando en cada nota y en cada aplauso el compromiso con la patria.
El presidente Luis Abinader, alma y motor de esta magnífica idea, junto al respaldo del Banco de Reservas, han logrado consolidar esta experiencia como una forma de mantener vivas las fechas históricas. Con este proyecto se siembra en el corazón de las nuevas generaciones la semilla del amor patrio y el orgullo por nuestras tradiciones folclóricas y ancestrales. Es un llamado claro a que niños y jóvenes comprendan que nuestra identidad es el faro que guía nuestro presente y proyecta nuestro futuro como nación libre, soberana e independiente.
Cultura que rompe barreras
En cada escenario móvil, plaza y parque, la música dominicana de alta calidad se convirtió en un espacio de encuentro y alegría compartida, rompiendo barreras sociales y geográficas para acercar el arte a todos, sin distinción. Así ocurrió en Guerra, en Cristo Rey, donde la noche se iluminó con la voz y el talento de artistas que encendieron el alma de su gente, o en Santo Domingo Norte, donde la alcaldesa Betty Gerónimo se unió con entusiasmo a la fiesta, demostrando que la cultura es un puente que une autoridades y comunidades en un mismo latir.
El valor de seguir, aún bajo la lluvia
Aunque la lluvia intentó detener la celebración en Ciudad Juan Bosch, el compromiso y el amor por la patria fueron más fuertes. La talentosa Steffany Constanza ofreció una auténtica demostración de madurez artística y respeto al público al cantar bajo la lluvia, logrando una conexión histórica con la multitud y recibiendo un respaldo de aplausos impresionante. La promesa de regresar y completar este homenaje simboliza que la determinación colectiva supera cualquier adversidad, y que el mensaje de “Qué Viva la Patria” trasciende cualquier evento para convertirse en un símbolo de esperanza y orgullo nacional.
Un legado para las generaciones futuras
Este festival no es solo una celebración musical; es un testimonio vivo de que la historia y la cultura dominicana son un faro que ilumina el camino de las nuevas generaciones. Es un legado que invita al mundo a conocer y respetar la grandeza de nuestro pueblo, su historia y su espíritu indomable.
Que estas voces, vibrantes en cada rincón de Santo Domingo, resuenen más allá de nuestras fronteras, llevando el mensaje de una República Dominicana que honra su pasado, celebra su presente y construye con pasión el futuro de sus hijos e hijas.
¡Que viva la Patria, que viva nuestra cultura y que nunca se apague la llama de nuestra identidad!
