Por José Zabala, creador de contenido
La escena es sencilla pero inolvidable. Una periodista le lanza la pregunta con tono de advertencia:
– Don Ramón, ¿usted sabía que el ron y la cerveza son enemigos del hombre?
Con su estilo único, mezcla de picardía y sabiduría popular, Don Ramón responde sin titubear:
– ¡Sí, pero un hombre que huye de sus enemigos es un cobarde!
El chiste con doble filo
La respuesta es tan graciosa como reflexiva. Don Ramón juega con la lógica: si el alcohol es enemigo, lo normal sería evitarlo; pero él lo convierte en una cuestión de honor, como si beber fuese una prueba de valentía. De inmediato, la frase arranca carcajadas, pero también invita a pensar.
El impacto de la frase en quienes beben
1. Permiso disfrazado de humor: Muchos toman la frase como excusa para seguir bebiendo sin remordimientos.
2. Un espejo cultural: Refleja la manera en que el alcohol ha sido normalizado en las reuniones sociales, siempre acompañado de bromas.
3. La doble verdad: Aunque el trago puede ser visto como un “enemigo”, la respuesta de Don Ramón pone en evidencia cómo solemos minimizar los riesgos con humor.
Entre cobardía y valentía
En el fondo, la genialidad de Don Ramón está en mostrar la contradicción humana: sabemos que el alcohol puede hacernos daño, pero aun así lo enfrentamos con una sonrisa. Para algunos, huir del trago sería de “cobardes”; para otros, evitarlo es verdadero acto de valentía.
La respuesta de Don Ramón trasciende lo cómico: es una radiografía de cómo justificamos nuestros hábitos. Una frase que divierte, entretiene y, al mismo tiempo, nos recuerda que hasta en los chistes más simples hay una enseñanza escondida.