Conclusión: respeto, no solo reconocimiento : Kalil Michel cierra su reflexión con una frase que resume el sentir de millones: “Lo que llega desde el extranjero no es dinero: es amor en efectivo.” El Estado dominicano está a tiempo de reconocer con acciones lo que la diáspora ha hecho y sigue haciendo por el país. Lo mínimo que se espera es respeto, representación, incentivos y gratitud sincera. Este 16 de junio no debe pasar inadvertido. Debe ser el inicio de un cambio de conciencia y justicia histórica hacia la diáspora dominicana.
Por Raquel Nova
Nueva York – El comunicador dominicano Kalil Michel, voz influyente del programa «El Gobierno de la Tarde» por la Z101 FM, lanzó una fuerte crítica al Estado dominicano en ocasión del Día Internacional de las Remesas Familiares, celebrado cada 16 de junio. Para Michel, el trato que se le da a los dominicanos que viven en el exterior es un reflejo de la profunda ingratitud institucionalizada hacia quienes sostienen gran parte de la economía nacional.
“Las remesas no son un logro del Gobierno. Son un acto de amor, de sacrificio, de fidelidad al país por parte de quienes fueron expulsados por la falta de oportunidades. Se habla de cifras millonarias, pero no de las personas que madrugan, que trabajan sin descanso y que envían hasta lo que no tienen por amor a los suyos”, expresó Kalil Michel.
A precio de muchas gracias, a precio de amor: el abandono estatal
Kalil Michel asegura que el Día Internacional de las Remesas pasó sin pena ni gloria en la República Dominicana. “No hubo actos oficiales relevantes, ni palabras de agradecimiento sinceras, ni propuestas concretas. Solo se recitó el monto recibido, como si ese dinero fuera producto de una política pública y no de un acto voluntario del dominicano migrante”, enfatizó.
“Las remesas no son una estrategia estatal. No hay inversión detrás. No hay estructura de apoyo. El Estado no pone un centavo para que ese dinero llegue, pero sí presume de él en cada informe económico.”
El dominicano migrante: un fenómeno digno de estudio mundial
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el fenómeno del dominicano migrante es único. A diferencia de otras diásporas, el dominicano mantiene un fuerte vínculo emocional, económico y cultural con su tierra. “Tengo un pie aquí y el otro allá”, decía Frido Vargas en un merengue que hoy cobra más sentido que nunca.
“El dominicano no se va porque quiere. Se va porque el Estado lo empujó a irse. Aquí las oportunidades están reservadas para los privilegiados. El que se fue lo hizo como un exiliado económico. Hoy, ese mismo dominicano es el principal socio económico del país. Y sin embargo, no recibe el trato que merece”, afirmó Kalil.
De excluido a sostén nacional
Kalil Michel destaca la gran ironía: los mismos que fueron ignorados y expulsados hoy sostienen comunidades enteras. Con su primer salario comienzan a enviar dinero para alimentar, educar y cuidar a sus familias. Construyen casas, compran solares, apoyan a la iglesia y ayudan a levantar negocios locales.
“El turismo requiere millones en inversión pública. Las remesas, en cambio, no le cuestan un peso al Estado. Son puramente un acto de amor. Y aun así, ni siquiera son reconocidas con un gesto decente”, sentenció.
¿Qué ha hecho el Estado?
Poco o nada. Michel lamenta que ni siquiera se haya garantizado un senador oficial para la diáspora en la Constitución, y que los dominicanos en el exterior sean discriminados incluso en gestos pequeños: desde restricciones para traer sus vehículos hasta la exclusión en decisiones importantes.
“Ni se les mide el dinero que traen en efectivo cuando viajan, ni se cuenta su inversión inmobiliaria. Se habla de inversión extranjera como si fueran héroes, pero se ignora al dominicano que cada mes manda su sustento con el alma en la maleta.”
Testimonios que hablan con el corazón
María Isabel Jiménez – Brooklyn, NY:
“Trabajo cuidando ancianos de lunes a domingo. A veces solo descanso los miércoles por la tarde, pero nunca dejo de mandar mis 300 dólares cada mes. Mi mamá en San Francisco de Macorís vive de eso. No me pesa, lo hago con amor.”
Luis Rafael Peña – El Bronx:
“Yo manejo taxi. A veces no me da ni para mí, pero mando lo mío todos los viernes. Mis tres hijos en La Vega están en la universidad porque yo me fajé aquí. Nadie del gobierno me ayudó, fue mi sudor. Eso deberían reconocerlo.”
Ángela Rosario – Washington Heights:
“El Estado solo habla de nosotros cuando les conviene. Pero en pandemia, cuando nadie tenía, nosotros mandábamos comida, medicina, hasta oxígeno. ¿Y quién nos mencionó en los discursos oficiales? Nadie. Pero seguimos mandando porque allá están nuestros viejos.”
¿Por qué se celebra el Día Internacional de las Remesas?
Esta fecha fue proclamada por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) con el respaldo de la ONU, y tiene como objetivos:
• Reconocer el impacto económico y social de las remesas.
• Valorar el esfuerzo de los migrantes que sostienen a sus familias.
• Promover políticas públicas que reduzcan el costo del envío y aumenten su uso productivo.
Un dato revelador: más que turismo
En países como la República Dominicana, las remesas superan los 10 mil millones de dólares anuales, siendo una de las principales fuentes de ingreso. Para muchas familias, son su única vía de sustento, incluso por encima del turismo, el cual sí recibe atención gubernamental constante.
