domingo 14 de septiembre de 2025 15:06 pm
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Menos hombres mayores de 60 años beben alcohol, mientras el consumo en mujeres +40 está en aumento

Por José Zabala, creador de contenido

El consumo de alcohol ha experimentado cambios significativos en los últimos años, revelando diferencias tanto generacionales como de género. Cada vez más mujeres mayores de 40 años han incrementado su ingesta de bebidas alcohólicas, mientras que los hombres mayores de 60 tienden a beber menos. Esta transformación preocupa a expertos en salud pública y ya se refleja en ciudades como Nueva York, donde bodegueros y licorerías notan cambios en los hábitos de compra.

Mujeres +40: Un patrón en ascenso

Estudios del National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA) indican que el porcentaje de mujeres entre 40 y 60 años que consume alcohol semanalmente pasó del 47 % al 62 % en la última década.

Factores que impulsan este aumento:
1. Estrés laboral y familiar: Muchas forman parte de la “generación sándwich”, responsables del cuidado de hijos y padres mayores.
2. Normalización social: Vinos y cócteles se asocian a relajación, autocuidado y momentos de ocio.
3. Marketing dirigido: La industria promueve el consumo femenino como sinónimo de sofisticación.
4. Efecto post‑pandemia: Durante el confinamiento, el hábito de beber en casa se incrementó como vía para aliviar el estrés.

La epidemióloga Mary Beth Terry, de la Universidad de Columbia, advierte:

“Aunque beber vino parezca inofensivo, incluso una copa diaria eleva el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer de mama en mujeres mayores de 40 años en un 10 %.”

Hombres +60: Menos consumo y más conciencia

En contraste, el consumo masculino disminuye notablemente después de los 60 años.

Causas principales:
• Mayor preocupación por la salud y el envejecimiento.
• Riesgos de interacción entre alcohol y medicamentos.
• Preferencia por bebidas sin alcohol o consumo ocasional.

Según datos del CDC, mientras el 70 % de los hombres entre 30 y 50 años consume alcohol semanalmente, solo el 45 % mantiene ese hábito después de los 60. Además, la incidencia de “binge drinking” (consumo excesivo en una sola ocasión) cae drásticamente en este grupo.

Nueva York: Testigos del cambio

Bodegueros y licorerías confirman que los hábitos de consumo han evolucionado:
• Más ventas de vino y cócteles listos para beber entre mujeres de 40 a 55 años, especialmente los fines de semana.
• Disminución de compras de ron y whisky entre hombres mayores, quienes ahora prefieren cerveza ligera o jugos.
• Creciente demanda de mocktails y bebidas “zero alcohol”, reflejando un consumo más consciente.

Un bodeguero de Washington Heights comenta:

“Antes veía más hombres comprando ron y whisky; ahora, las mujeres llevan vino y spritzers. Muchos hombres mayores buscan bebidas sin alcohol o jugos naturales.”

Riesgos y consecuencias

En mujeres +40:
• Mayor vulnerabilidad a enfermedades hepáticas y cardíacas.
• Incremento en riesgo de cáncer de mama y osteoporosis.
• Impacto emocional, al usar el alcohol como vía de escape.

En hombres +60:
• Riesgo de caídas y complicaciones por interacción con medicamentos si consumen en exceso.
• Menor tolerancia fisiológica al alcohol.

Datos recientes en EE.UU. muestran que la brecha de consumo entre hombres y mujeres se ha reducido: 64 % de mujeres reportan consumo anual frente al 68 % de hombres. Entre mujeres jóvenes, incluso, las cifras de binge drinking ya igualan o superan a las masculinas.

Soluciones y recomendaciones
1. Educación y prevención
• Campañas que aclaren que no existe consumo 100 % seguro, según la OMS.
• Difusión de guías: máximo 1 bebida diaria para mujeres y 2 para hombres.
2. Detección temprana
• Chequeos médicos periódicos para prevenir problemas hepáticos y cardíacos.
• Screenings para detectar consumo riesgoso, especialmente en mujeres.
3. Alternativas sociales saludables
• Fomentar actividades libres de alcohol y consumo de bebidas sin alcohol.
• Crear espacios de socialización que reduzcan la presión de beber.
4. Regulación y control publicitario
• Supervisar la publicidad dirigida a mujeres.
• Exigir etiquetados claros con advertencias de riesgos para la salud.

El panorama del consumo de alcohol está cambiando: las mujeres mayores de 40 años beben más que antes, mientras que los hombres mayores de 60 reducen su ingesta. Esta realidad, visible en Nueva York y otras ciudades, plantea un desafío para la salud pública.

Aunque los hombres aún consumen más en términos absolutos, la brecha se está cerrando. Educar, prevenir y ofrecer alternativas sociales sin alcohol son pasos clave para reducir los riesgos y proteger la salud de las próximas generaciones.

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