Tras la detención de 206 inmigrantes en Nueva York y Long Island, las autoridades locales y estatales enfrentan una creciente presión para aprobar legislaciones que protejan a las comunidades migrantes. La operación, que tuvo lugar entre el 6 y el 12 de abril, se centró en delincuentes extranjeros con antecedentes criminales significativos, incluyendo miembros de pandillas violentas como MS-13 y Tren de Aragua. Las autoridades federales han defendido estas detenciones como un esfuerzo necesario para mejorar la seguridad pública.
La coalición de defensores y líderes electos ha exigido la liberación de los detenidos y la aprobación de los proyectos de ley ‘Nueva York para Todos’ y ‘Dignidad y No Detención’. Estos proyectos buscan limitar la colaboración de las agencias estatales con ICE y prohibir el uso de recursos locales para la aplicación de leyes de inmigración sin una orden judicial. La asambleísta Marcela Mitaynes y otros líderes han expresado su apoyo a estas iniciativas, destacando la necesidad de proteger a las familias inmigrantes que contribuyen significativamente a la economía y la comunidad de Nueva York.
El alcalde Eric Adams ha manifestado su apoyo a la cooperación con las autoridades federales para remover a los miembros de pandillas peligrosas de las calles. Sin embargo, ha subrayado que la ciudad no colaborará con ICE en detenciones relacionadas con infracciones civiles. «No vamos a permitir que se rompan familias sin una causa justificada», declaró Adams, enfatizando la importancia de encontrar un equilibrio entre la seguridad pública y la protección de los derechos de los inmigrantes.
La presión sobre la Legislatura Estatal continúa creciendo, con manifestaciones y protestas organizadas por grupos como NYC-DSA y Make The Road NY. Estos grupos exigen una acción inmediata para aprobar las legislaciones propuestas y poner fin a las detenciones injustas que están causando un profundo impacto en las comunidades inmigrantes de Nueva York.
