Philomena Mistretta, una mujer de 51 años residente de Coram, ha sido sentenciada a siete años de prisión tras declararse culpable de atropellar deliberadamente a una mujer mayor con su minivan durante una discusión en Long Island, Nueva York. El incidente ocurrió en el estacionamiento de Miracle Plaza, un centro comercial ubicado cerca de la autopista Montauk en Bellport, la madrugada del 26 de octubre de 2024. Mistretta, quien estaba al volante de una camioneta Toyota Sienna blanca de 2004, tuvo una discusión verbal con una mujer de 63 años que estaba de pie junto a su auto. La discusión escaló rápidamente, y Mistretta, después de salir de su vehículo y enfrentarse a la mujer, regresó a su Toyota, dio marcha atrás, giró el vehículo hacia la víctima y la atropelló, arrastrándola una corta distancia.
La víctima, que no ha sido identificada, fue trasladada al Long Island Community Hospital en Patchogue, donde recibió tratamiento por laceraciones craneales y sobrevivió. Mistretta fue arrestada en el lugar de los hechos por la policía del condado Suffolk y posteriormente acusada de múltiples delitos graves, incluyendo intento de homicidio y agresión, por usar su vehículo como arma. En junio, Mistretta se declaró culpable de todos los cargos y fue sentenciada a siete años de prisión, seguidos de cinco años de supervisión posterior a su liberación. El fiscal de distrito Raymond A. Tierney declaró que el incidente fue un «flagrante menosprecio por la vida humana» y que la sentencia reflejaba la gravedad de la decisión de Mistretta de dañar a otra persona.
Este caso es uno de los muchos incidentes recientes de violencia vial en la región de Nueva York y Nueva Jersey. La violencia vial ha cobrado varias vidas en los últimos meses, con incidentes que van desde apuñalamientos hasta atropellos fatales. Las autoridades recuerdan que hay cero tolerancia con conductores que manejen a exceso de velocidad y/o bajo efectos de alcohol y drogas. También los ciclistas y motorizados son frecuentes protagonistas de accidentes viales, como víctimas y victimarios, al circular en las aceras, irrespetar el semáforo y hasta el sentido de las calles.
