La comunidad dominicana de Long Island vive en duelo tras el asesinato de Robin Moscoso Hernández , un joven de 17 años finalizado de un disparo en North Amityville, condado de Suffolk. El hecho, ocurrido en la avenida Francine, ha dejado a familias en alerta y ha reavivado el temor por la seguridad de los jóvenes.
Moscoso Hernández, residente de Bethpage, fue llevado de urgencia a un hospital de West Islip, donde falleció. El presunto responsable, Bryan Ventura Ramírez , de 20 años, fue arrestado y enfrenta cargos por homicidio imprudente y posesión ilegal de arma de fuego .
Lo más impactante: ambos eran compatriotas y el tiroteo ocurrió en la casa donde vive el acusado. Las causas del altercado aún no han sido esclarecidas, lo que alimenta rumores y preocupación entre los vecinos.
«¿Cómo puede pasar esto aquí? Este no es un barrio peligroso», dijo un residente de North Amityville. “Pero ahora todos pensamos dos veces antes de dejar salir a nuestros hijos”.
Organizaciones comunitarias ya están movilizándose para exigir respuestas y apoyo psicosocial para los jóvenes afectados. Además, piden campañas de prevención del uso de armas entre adolescentes.
Este caso no solo es una tragedia individual, sino un llamado de atención sobre la necesidad de espacios seguros, diálogo intergeneracional y control de armas en entornos inmigrantes.
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