miércoles 8 de octubre de 2025 20:56 pm
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«El día que Boston no pudo con un novato: La noche mágica de Cam Schlittler en el Yankee Stadium»

El béisbol tiene esas noches en las que un jugador desconocido se convierte en leyenda. El 2 de octubre de 2025 fue una de ellas. Cam Schlittler, un lanzador de 23 años con solo dos inicios en su carrera de postemporada, silenció a los Medias Rojas de Boston con una actuación que quedará grabada en la historia de los playoffs. Ocho entradas en blanco, doce ponches, cero boletos. Números que no solo eliminaron a los eternos rivales de los Yankees, sino que anunciaron el nacimiento de una nueva estrella en el Bronx.

Todo comenzó con un fastball de 97 millas que el primer bateador de Boston, Trevor Story, solo pudo mirar pasar. Desde ese momento, quedó claro que la noche sería especial. Schlittler, con una mezcla de sliders que se rompían como si tuvieran vida propia y cambios de velocidad que descolocaban a los bateadores, dominó a una alineación que había sido una de las más productivas de la temporada regular. «No sabía qué esperar», confesó después del juego. «Pero una vez que el primer inning pasó sin problemas, supe que podía hacerlo».

Lo que siguió fue una clase magistral de pitcheo. En el tercer inning, Rafael Devers, uno de los bateadores más temidos de la liga, se quedó mirando un slider que se alejó de la zona de strike. En el quinto, J.D. Martínez, un veterano con más de 300 jonrones en su carrera, conectó un débil rodado a segunda. Y en el séptimo, cuando Triston Casas logró un contacto sólido, el tercera base Oswald Peraza hizo una atrapada que salvó lo que pudo ser el primer hit de Boston. «Cada vez que necesitaba un out, lo conseguía», dijo Aaron Boone, el manager de los Yankees, quien no pudo evitar comparar la actuación de Schlittler con la de Liván Hernández en 1997, cuando el cubano dominó a los Bravos en su debut de playoffs.

Mientras Schlittler desfilaba por el montículo con una confianza que parecía de veterano, la ofensiva yankee hizo su parte. En la cuarta entrada, el equipo explotó contra el zurdo Connelly Earley. Amed Rosario, quien había tenido una temporada irregular, conectó un sencillo que trajo la primera carrera. Anthony Volpe, el shortstop estrella, siguió con otro imparable productor, y un error del inicialista Nate Lowe permitió anotar dos carreras más. Cuatro carreras que, con la joya de Schlittler, resultaron más que suficientes para sellar la victoria.

La eliminación de Boston no solo fue un golpe a su orgullo, sino que marcó la primera vez en 22 años que los Yankees los dejaban fuera en postemporada. La última vez había sido en 2003, cuando Aaron Boone (ahora su manager) conectó aquel jonrón en el Juego 7 de la Serie de Campeonato. «Esta rivalidad siempre es especial», dijo Boone después del juego. «Pero hoy fue diferente. Hoy fue el día de Cam».

Ahora, los Yankees avanzan a la Serie Divisional, donde se enfrentarán a los Azulejos de Toronto. Mientras los canadienses preparan a sus as Kevin Gausman y Shane Bieber, Nueva York debe decidir si confía en Max Fried (que no llegaría con su descanso completo) o le da la pelota al dominicano Luis Gil, quien no estuvo en el roster de la serie contra Boston. Pero más allá de esas decisiones, lo que quedó claro es que Cam Schlittler ya no es un secreto. En una noche en la que el Yankee Stadium vibró como en los viejos tiempos, el novato demostró que está listo para ser parte de la próxima generación de leyendas en el Bronx.

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