Los Gigantes del Cibao volvieron a hacer gala de su poderío en el diamante al imponerse 4-2 a los Tigres del Licey en un partido que dejó en evidencia las debilidades defensivas y ofensivas del equipo capitalino. El encuentro, celebrado en el estadio Julian Javier de San Francisco de Macorís, fue un duelo de nervios y estrategias, donde los Gigantes supieron aprovechar cada error de sus rivales para llevarse una victoria que los consolida en la parte alta de la tabla y hunde a los Tigres en el sótano.
El juego comenzó con ambos equipos mostrando cautela, pero fue en el cuarto inning cuando los Gigantes rompieron el empate gracias a un doble remolcador de Kenny Piper, quien se ha convertido en una de las piezas más valiosas de la ofensiva cibaena. Piper, con su bate caliente, puso a su equipo adelante en el marcador y le dio el impulso necesario para mantener la ventaja hasta el final.
En la ofensiva, Johan Rojas fue el gran héroe de la noche al remolcar dos carreras, mientras que Deyvison De los Santos aportó con dos sencillos que mantuvieron la presión sobre la defensa de los Tigres. La combinación de estos bateadores, junto con una defensa sólida y sin errores, fue determinante para que los Gigantes cerraran el partido con autoridad.
Para los Tigres, la derrota es un nuevo golpe a sus aspiraciones en esta temporada. Aunque lograron anotar dos carreras, su ofensiva no pudo responder en los momentos decisivos, y su pitcheo, aunque tuvo momentos brillantes, no logró contener el ataque de los Gigantes cuando más se necesitaba. Esta derrota los deja en una posición incómoda en la tabla, con la urgente necesidad de reaccionar rápidamente si no quieren quedarse fuera de la pelea por los playoffs.
El ambiente en el estadio fue vibrante, con los aficionados de los Gigantes celebrando cada jugada como si fuera un partido definitivo. La victoria no solo les da tres puntos valiosos, sino que también envía un mensaje claro a la liga: los Gigantes están aquí para competir y no piensan ceder terreno fácilmente.
Con este resultado, los Gigantes del Cibao refuerzan su posición como uno de los equipos más consistentes del torneo, mientras que los Tigres del Licey quedan en una situación crítica, con la presión de tener que remontar rápidamente si no quieren ver cómo sus sueños de campeonato se desvanecen antes de tiempo.
