Por: Andrés Mejía Yepez
Abogado y Gestor Cultural
Quisqueyano valiente,
que en Nueva York madrugas con fe,
llevas en el alma tu bandera
y el orgullo de ser lo que eres:
un hijo de tierra sagrada,
de campos, de mares, de sol.
Alcemos nuestro canto
con viva emoción, como dice el himno,
pues no todo es noticia oscura,
también aquí brillan los días claros.
La patria camina, avanza, renace…
¡República Dominicana no se detiene!
Mientras tú construyes allá,
aquí también se siembra futuro.
Hay progreso en cada rincón,
y esperanza en cada proyecto.
El país te espera con los brazos abiertos,
y tu inversión puede ser puente y semilla.
No hagas caso a la sombra,
que siempre quiere apagar la luz.
Sigue creyendo en lo bueno,
sigue apostando a lo nuestro.
Porque lo que se hace con amor
rinde fruto doble en el corazón.
El Banco de Reservas
tiene para ti oportunidades reales:
planes de ahorro, inversión segura,
para que tu sudor allá
se convierta en sueños cumplidos aquí.
Tu casa propia, tu negocio, tu tierra.
Dominicano, atrévete.
Da el paso. Vuelve con más que recuerdos.
Vuelve con raíces, con ideas, con visión.
Quisqueya te llama, no como ayer,
sino como hoy:
más fuerte, más lista, más tuya.
