Según narra el hermano, Edwin e Isamar trabajaban de manera ardua para que sus hijos gozaran de una educación de calidad y poder adquirir una vivienda propia, donde pudieran disfrutar como familia.
01/06/2025 00:00 | Actualizado a 01/06/2025 00:00 por Audry TrinidadSanto Domingo, RD /Listin Diario
El pasado siete de abril Edwin Alcides Acosta, de 30 años, acompañaba a su pareja Isamar Stefany Soriano, de 27, a ver a su artista favorito, Rubby Pérez y lo que estaba previsto a ser una noche baile y cantó se convirtió en una tragedia para la familia de ambos jóvenes.
Ambos fallecieron, pero su historia de amor, que inició desde que eran adolescentes, se mantiene viva en sus dos hijos con edades de nueve y cinco años, quienes quedaron en la orfandad.
Eran dos jóvenes emprendedores, trabajadores incansables, alegres, enérgicos, con muchos proyectos que tenían como objetivo principal, garantizar la mejor educación y vida a sus dos hijos, a quienes no podrán ver crecer. Sus familiares, describen a Edwin e Isamar como jóvenes sin maldad, de alma buena, cariñosos, que amaban a su familia, y no guardaban rencor por nada.
Desde las instalaciones del comercial que fundaron y trabajaba a diario junto a su hermano, Alcides Acosta narró a periodistas del Listín Diario la historia de superación de su cuñada Isamar y Edwin, un joven polifacético que triunfó en el taekwondo, se dedicó por un tiempo a la música y se estableció como microempresario.
Alcides comentó que en el año 2022 junto a su hermano Edwin decidieron empezar con su tienda Tecnología Evolution, donde se dedican a la venta electrodomésticos y equipos tecnológicos. La idea de emprender nació a raíz de un momento en el que no se encontraban en una buena situación financiera, por lo que tras varios intentos fallidos con ideas de negocios, optaron por iniciar con cinco televisores, y otros artículos.
De acuerdo a Alcides, su hermano Edwin tenía un carisma único que hacía que la gente lo escuchara y lo amara, por lo que le propuso se encargara de promocionar y vender los artículos, mientras él se encargaría de la logística.
“Yo decía: tú tienes arte, tú le gusta a la gente, y eso es algo que yo no tengo. Si yo voy a conseguir la mercancía, y tú se la muestras a la gente, la gente la va a comprar porque tú le gustas a la gente», comentó Alcides sobre una conversación que tuvo con su fenecido hermano.
Tras iniciar su negocio, la casa de Alcides funcionaba como almacén, mientras Edwin promocionaba los electrodomésticos a través de las redes sociales y recorría los barrios de la capital realizando entregas.
Prontamente se volvió un negocio familiar, Edwin y su esposa Isamar trabajaban juntos en el negocio desde tempranas horas de la mañana hasta la noche. Alcides recuerda a Isamar como una joven activa y productiva en el trabajo, que siempre levantaba el ánimo a los demás trabajadores y les motivaba a dar lo mejor.
Según narra el hermano, Edwin e Isamar trabajaban de manera ardua para que sus hijos gozaran de una educación de calidad y poder adquirir una vivienda propia, donde pudieran disfrutar como familia.
Alcides recuerda como un mes antes de la tragedia habían adquirido un nuevo local más amplio para el negocio, el cual era uno de las metas de Edwin: “tener un espacio más grande para brindar un mejor servicio y estar más cómodos”.
Entre lágrimas, mencionó que otros proyectos que tenían Isamar y Edwin era cambiar que para este próximo año escolar trasladar a sus niños a un mejor colegio, donde les brindaran mayores herramientas para desarrollar sus habilidades.
“Decíamos que los niños tienen que estar en un colegio bueno para que tuvieran más oportunidades y para que se fueran preparando, porque aunque la educación en casa también es importante, ellos tenían ese tema resuelto porque en su casa tenían todo el cariño del mundo con unos padres que eran cariñosos, y que hasta donde pudieron le dieron todo”, destacó Alcides.
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La pareja también vislumbraba para el 2026 comprar un apartamento para tener su casa propia. Sin embargo, todos esos sueños se vieron tronchados aquella trágica noche.
Los negocios no eran la única virtud de Edwin, desde muy joven se dedicó al taekwondo, llegando a formar parte de la selección nacional de taekwondo.
Además, bajo el nombre artístico de “Mr Lonyi” logró posicionarse en la música urbana, con temas como “Uno na ma” en colaboración con JP y ATR, el cual cuenta con más de dos millones de vistas de YouTube.
Asimismo, colaboró con la exponente urbana La Perversa en varios temas y el Cherry Scom en el tema “No te doy”.
Entre las anécdotas que Alcides cuenta de su hermano Edwin, es el día que llegó al negocio descalzo. Cuando Alcides le preguntó a Edwin qué había pasado, este respondió que tras sostener una conversación con un indigente en la calle, decidió regalarle sus tenis porque el hombre no tenía unos en buenas condiciones.
Ante esto, recordó a su hermano como un hombre de corazón noble y dador alegre, que siempre pensaba en los demás y velaba porque su seres queridos estuvieran bien.
Alcides describió a Edwin como el punto de unión entre todo la familia. “El que armaba los coros, que juntaba a los tíos, a los primos, hermanos, él quería siempre que el todo el mundo estuviera juntos”.
Tras la muerte de su hermano y su cuñada, Alcides reflexionó que “si algo yo aprendí de esto, es que si tú quieres a alguien, tienes que decírselo y si tú puedes hacer algo por alguien, ayudarlo en cualquier sentido, no solo económico, tú lo haces. Siempre que puedas, si tú se lo dices, te quiero, no de boca, sino demostrarle”.
Asimismo, manifestó que espera que la justicia dominicana “nos sorprendan, que nos demuestren que estamos equivocados, contrario a lo que todo el mundo piensa que no se hará justicia”.
