El negocio donde su madre se ilusionó y dio todo por hacerlo exitoso, donde su adoración, que es su madre, dejó su juventud y la vida.
Dónde él vio por primera vez dinero como empleado, y viendo a su madre trabajar 18 horas diarias, aprendió todo lo necesario para ser emprendedor.
A través del tiempo, ese lugar de trabajo familiar le permitió conocer muchas personas y hacer grandes amigos, de donde salió su matrimonio y sus hijos.
Comenzó a ver más allá de ese negocio y aprovechó las relaciones escolares y las que le aportó su trabajo en el negocio familiar y voló muy alto, tan alto que él mismo está sorprendido de su avidez en un portafolio de grandes inversiones en negocios macro.
En una cabeza llena de mezquindad, odio o dolor, de competencia comercial, ¿es que se puede pensar que él quería destruir el legado de su madre, de su familia y verse como un asesino o el creador de una masacre colectiva?
Jamás, no, y no; no es posible creer que en el mejor momento de su vida y de la de su familia él quería verse envuelto en un problemazo de dolor y luto mundial.
De eso trata la vida: de sorpresas que jamás imaginaste que tú serías el protagonista, dejándote sin aire, sin emociones, sin razón para seguir adelante.
Muchos negocios juntos, un crecimiento comercial y exitoso que le trajo muchos enemigos de todos los niveles.
Pero el punto de análisis más importante es: ¿por qué a él? ¿Por qué en este momento? ¿Por qué no se detuvo a escuchar a los vecinos?
¿Sus administradores, asesores técnicos, ingenieros civiles y eléctricos, sus supervisores, no fueron capaces de transmitirle el mensaje correctamente sobre el deterioro y el peligro de lo que estaba pasando?
Sus múltiples negocios en el país, un hotel y un restaurante en Nueva York, y una poderosa cadena de radio, entre otras inversiones, lo mantenían con una presión tan grande que perdió el control de sí mismo; y ahí vino el fallo: en los negocios, desatender las pequeñas cosas hunde un imperio y todo se viene abajo.
El diablo actuó porque siempre está pendiente y buscando la forma de destruirnos, sorprendiendo a Dios y dejándonos a todos impresionados y tristes, debilitados y haciéndonos muchas preguntas, y otros haciendo leña del árbol caído, llenos de envidia y odio.
Él sabe que está atravesando el peor momento de su existencia, que fue una tragedia muy profunda y lamentable, que no tiene forma de salir airoso porque esa tragedia leccionó a cientos de familias, dejando una sociedad marcada para la eternidad.
Que Dios, la justicia y el destino sean 🙏 los jueces.
La compasión existe, pero no todos los humanos la tienen.
Debe estar preparado para una larga batalla legal que al final no devolverá a los muertos, no borrará la pesadilla de los heridos. Le aconsejo que, por su madre, su familia y su sensibilidad y solidaridad humana, no piense en tener fortuna; que trate de alargar su vida y que Dios y el Espíritu Santo 🙏 tengan mucha comprensión por él.
Como persona equilibrada que soy y como hijo de Dios, sé que él nunca deseó 🙏 que eso pasara para cerrar un capítulo importante de su vida.
A sus enemigos y competidores, cuidadito: todos podemos ser él, porque el Diablo nos persigue todo el tiempo.
Sean buenos siempre.
Luis Medrano
Letal