Por:Héctor Romero
19 de junio de 2025
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SANTO DOMINGO – Cada año, miles de fieles católicos en República Dominicana y el mundo celebran el Corpus Christi, una de las festividades más importantes del calendario litúrgico. Esta solemnidad, cuyo nombre completo es Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, honra la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.
La festividad tiene lugar el jueves siguiente al domingo de la Santísima Trinidad, lo que significa que su fecha varía cada año, pero siempre se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección.
Origen e historia de Corpus Christi
El Corpus Christi fue instituido oficialmente en el año 1264 por el Papa Urbano IV, tras una serie de visiones místicas de una religiosa belga, Santa Juliana de Cornillon, y el llamado «Milagro de Bolsena», donde se habría evidenciado la transformación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo durante una misa.
Desde entonces, la Iglesia Católica ha celebrado esta fecha como una manifestación pública de fe en la Eucaristía. La fiesta incluye procesiones, misas solemnes y actos litúrgicos donde el Santísimo Sacramento es llevado por las calles, acompañado de cantos, flores y altares decorados.
¿Qué es el Corpus Christi?
En el país, el Corpus Christi es una fecha feriada nacional, lo que permite a los fieles participar en actividades religiosas organizadas por parroquias en todo el territorio. En muchas ciudades, especialmente en Santo Domingo y Santiago, se realizan procesiones multitudinarias, misas campales y representaciones simbólicas de la Última Cena.
Además del aspecto espiritual, para muchos dominicanos también es un día de reflexión, descanso familiar y tradición cultural.
Significado teológico
El Corpus Christi destaca uno de los dogmas centrales del catolicismo: la transubstanciación, es decir, la creencia de que durante la misa, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, aunque conserven su apariencia externa.
Esta solemnidad busca reforzar la devoción al sacramento de la Eucaristía y recordar el sacrificio de Cristo por la humanidad.