Los Seattle Seahawks dejaron en claro su dominio en la NFC West al vencer contundentemente a los Arizona Cardinals con un marcador de 44-22. El partido fue testigo de una actuación espectacular de DeMarcus Lawrence, quien anotó dos touchdowns defensivos en el primer tiempo, llevando a su equipo a una ventaja temprana y decisiva.
Lawrence brilló al recuperar dos balones sueltos forzados por Tyrice Knight sobre el mariscal Jacoby Brissett, y los convirtió en anotaciones con carreras de 34 y 22 yardas. Este desempeño no solo fue clave para la victoria, sino que también demostró la capacidad defensiva de los Seahawks para capitalizar los errores del rival. Con estas anotaciones, Lawrence duplicó su total de touchdowns defensivos en una sola noche.
El ataque de Seattle también tuvo una actuación destacada. Sam Darnold completó 10 de 12 pases para 178 yardas y un touchdown, mientras que los corredores Zach Charbonnet y Kenneth Walker III aportaron 150 yardas terrestres combinadas. Esta combinación de eficiencia ofensiva y solidez defensiva permitió a los Seahawks tomar una ventaja de 35-0 al inicio del segundo cuarto, dejando a los Cardinals sin margen de reacción.
Para Arizona, el partido fue un desastre. Brissett fue capturado cinco veces, y el equipo no logró superar el arranque abrumador de Seattle. Este resultado refuerza la superioridad histórica de los Seahawks sobre los Cardinals en encuentros interdivisional, consolidando su posición como un equipo a tener en cuenta en la lucha por la postemporada.
Con esta victoria, los Seahawks demuestran que están en forma y listos para competir por el título de división. La actuación de Lawrence, junto con el rendimiento equilibrado del equipo, confirma que Seattle es un contendiente serio en la NFC West y en la liga en general.
