Por José Zabala, creador de contenido
Han pasado 30 años desde que el mundo perdió a Selena Quintanilla-Pérez, pero su luz, su legado y su música siguen más vivos que nunca. En cada nota de Como la flor, en cada ritmo de Bidi Bidi Bom Bom, en cada lágrima de No me queda más o Amor prohibido, la reina del Tex-Mex continúa tocando almas, cruzando generaciones y uniendo culturas.
Selena, nacida en Texas y orgullosa de sus raíces mexicanas, rompió esquemas en una industria dominada por hombres, ganándose el cariño de millones por su voz poderosa, su sonrisa sincera, su autenticidad y su conexión natural con el público. Fue una mujer adelantada a su tiempo, que soñaba en grande y que, a pesar de su corta vida, alcanzó una grandeza eterna.
Su trágica muerte el 31 de marzo de 1995, a manos de quien decía ser su amiga, dejó un vacío inmenso. Pero también encendió una llama de amor, respeto y admiración que no ha hecho más que crecer con los años. Su música no solo se mantiene vigente, sino que sigue ganando nuevos oyentes cada día. Su historia ha sido contada en películas, series, documentales y libros, y su imagen sigue siendo un ícono de orgullo latino.
Selena no fue solo una artista; fue una fuerza cultural, una pionera. Ha sido una de las artistas latinoamericanas más imitadas en la historia reciente de la música. Su estilo, su voz, su esencia y su legado han dado paso a toda una nueva generación de artistas que, gracias a su influencia, han podido construir trayectorias exitosas. Figuras como Jennifer Lopez, Becky G, Karol G, Selena Gomez y muchas más han reconocido el impacto que tuvo Selena en sus vidas y carreras.
Los seguidores comentan:
“Selena no murió, vive cada vez que alguien canta su música con el alma.”
— Maritza López, fan de Nueva York
“Gracias a ella me atreví a ser cantante. Fue la primera que me hizo sentir que una chica latina podía brillar mundialmente.”
— Laura Rivera, artista emergente
“Mis hijas la escuchan ahora y se enamoran como me enamoré yo en los 90. Eso es eterno.”
— Carlos Jiménez, fan de Texas
Hoy, a tres décadas de su partida, recordamos a Selena no con tristeza, sino con agradecimiento. Porque aunque se fue físicamente, su voz sigue cantando en el corazón del mundo. Y así será… por siempre. Foto externa