El ejército israelí se está preparando para tomar el control total de la Franja de Gaza, una medida que ha generado críticas internacionales. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está bajo una enorme presión interna y externa para poner fin a la ofensiva en este territorio palestino, donde más de dos millones de personas están al borde de una «hambruna generalizada», según la ONU.
El plan aprobado por el gabinete de seguridad de Israel incluye la toma del control de la Ciudad de Gaza y la distribución de ayuda humanitaria a la población civil fuera de las zonas de combate. Además, busca el desarme de Hamás y la devolución de todos los rehenes, vivos y muertos. El objetivo final es desmilitarizar la Franja de Gaza y ponerla bajo control israelí antes de entregarla a una administración civil alternativa que no sea ni Hamás ni la Autoridad Palestina.
«No vamos a ocupar Gaza, vamos a liberar Gaza de Hamás», declaró Netanyahu en X. Sin embargo, la decisión ha sido criticada internacionalmente, con países como Alemania suspendiendo las exportaciones de equipamiento militar a Israel. El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de urgencia para abordar la situación.
Hamás, que aún tiene 49 rehenes israelíes cautivos, ha denunciado este plan como un «nuevo crimen de guerra» que «costará caro» a Israel. En Gaza, la población vive bajo constantes bombardeos y órdenes de evacuación, temiendo lo peor. «Nos dicen que vayamos al sur, luego que volvamos al norte, y ahora quieren enviarnos de nuevo al sur. Somos seres humanos, pero nadie nos escucha ni nos ve», dijo Maysa Al Shanti, una mujer de 52 años y madre de seis hijos.
En Israel, las familias de los rehenes también están preocupadas por la decisión del gabinete, que consideran abandona a los rehenes y ignora las advertencias militares y la voluntad de la mayoría de la población israelí. El líder de la oposición, Yair Lapid, ha denunciado una «catástrofe» que provocará «la muerte de los rehenes y de numerosos soldados, costará decenas de miles de millones a los contribuyentes israelíes y provocará un fracaso diplomático».
El plan consta de varias etapas, incluyendo la conquista de la Ciudad de Gaza y la evacuación de sus habitantes a campos de refugiados. El ejército israelí ya controla alrededor del 75% del territorio de Gaza y ha llevado a cabo operaciones selectivas contra comandantes y combatientes de Hamás y la Yihad Islámica.
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