Tras nueve meses de cautiverio, Hamás decidió exponer al mundo los rostros de 46 de los 48 rehenes que aún retiene en Gaza, en un movimiento calculado para presionar a Israel ante su ofensiva terrestre. La fotografía, difundida como una «última despedida», omite intencionalmente a dos ciudadanos tailandeses, pero incluye a una diversidad de nacionalidades que refleja el alcance global de esta crisis:
- 2 estadounidenses: Itay Chen (de 19 años) y Omer Neutra (22), cuyos familias han denunciado la falta de acciones concretas por parte de Washington.
- 1 nepalí: Bipin Joshi, trabajador migrante cuya captura pasó desapercibida en los medios internacionales.
- Mayoría israelíes: Entre ellos, soldados y civiles secuestrados durante el ataque del 7 de octubre.
La imagen más impactante no es la de los rehenes actuales, sino la foto en blanco y negro del piloto Ron Arad, secuestrado en 1986 y cuyo paradero sigue siendo un misterio. Hamás comparó explícitamente su destino con el de los cautivos actuales: «Su futuro será el mismo», advirtieron. Mientras, en Gaza, las Brigadas Al-Qassam (brazo armado del grupo) aseguran que los rehenes están «esparcidos en zonas residenciales», lo que aumenta el riesgo de bajas civiles en los bombardeos israelíes.
Dato clave: Israel cree que solo 1 de cada 4 rehenes sigue con vida, pero las declaraciones contradictorias de Donald Trump (quien mencionó cifras entre 32 y 38 muertos) añaden incertidumbre.
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