Un hallazgo que reescribe la historia de la XVIII Dinastía egipcia
En un descubrimiento que ha dejado al mundo de la arqueología en asombro, un equipo de investigadores ha encontrado la tumba de Tutmosis II en los Valles Occidentales de la Necrópolis Tebana. Este hallazgo, el primero de una tumba real en más de un siglo, ofrece una nueva ventana al esplendor del Antiguo Egipto.
Un Descubrimiento Sin Precedentes
La tumba de Tutmosis II, el último faraón de la XVIII Dinastía egipcia que faltaba por descubrir, ha sido localizada tras doce años de excavaciones. Inicialmente, los arqueólogos creían que la tumba pertenecía a una esposa real, pero la escalinata imponente y la cámara funeraria decorada con ilustraciones del Amduat, un texto religioso reservado para faraones, revelaron su verdadera identidad.
Tutmosis II: Un Faraón Olvidado
Tutmosis II fue el esposo y hermanastro de Hatshepsut, la poderosa faraona que gobernó Egipto con pleno derecho. Su reinado, entre 1493 y 1479 a.C., fue breve y a menudo eclipsado por el de su padre, Tutmosis I, y el de su hijo, Tutmosis III.
Un Trabajo de Décadas
El descubrimiento fue realizado por una misión conjunta de la New Kingdom Research Foundation (NKRF) y el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, con el apoyo del Instituto McDonald de la Universidad de Cambridge. Bajo la dirección de Piers Litherland, el equipo identificó más de 30 tumbas de esposas reales y cortesanas antes de hallar la de Tutmosis II.
Objetos Hallados y Misterios Pendientes
Entre los objetos encontrados en la tumba se incluyen fragmentos de jarras de alabastro con inscripciones de los nombres de Tutmosis II y su esposa Hatshepsut. Sin embargo, la evidencia arqueológica sugiere que una inundación catastrófica obligó a trasladar el contenido de la tumba a otra ubicación, poniendo en duda la identidad del cuerpo CG61066, encontrado en 1881 y atribuido a Tutmosis II.
Un Hito para la Egiptología
El Ministro de Turismo y Antigüedades de Egipto, Sherif Fathy, destacó la magnitud del hallazgo: “Es la primera tumba real descubierta desde el histórico hallazgo de la cámara funeraria de Tutankamón en 1922. Este evento marca un hito para la egiptología y abre nuevas puertas para comprender mejor el legado de la humanidad”.
















