El 25 de octubre de 2025, una niña de cuatro años, secuestrada en México cuando tenía solo 11 meses, fue finalmente reunida con su madre biológica en Colombia, gracias a una operación conjunta entre las autoridades de México, República Dominicana y Colombia, coordinada por la Interpol y la Procuraduría General de la República Dominicana.
El Secuestro y la Falsificación de Identidad
La menor fue separada violentamente de su madre en Guadalajara, Jalisco (México), en 2021, durante un viaje familiar. Miguel Antonio Torres Hernández —conocido también como Kevin León Wooden y Shaban Kuka— quien se hacía pasar por el padre biológico de la niña, falsificó sus documentos y la trasladó ilegalmente a República Dominicana. Aunque Torres Hernández había sido pareja de la madre de la niña, no figuraba como padre en el registro de nacimiento colombiano, lo que convirtió su acción en un secuestro internacional.
El caso tomó un giro crucial cuando las autoridades mexicanas activaron una Alerta Amber Internacional, lo que permitió a la OIPC-Interpol rastrear el paradero de la niña hasta Santo Domingo, donde fue localizada en una residencia del sector Bella Vista, junto a otros dos menores que también fueron puestos bajo protección del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI).
El Arrestro y la Investigación en RD
Torres Hernández fue arrestado en República Dominicana y actualmente cumple tres meses de prisión preventiva en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres, en San Cristóbal. Junto a él, Viviana Villarreal Cambero —quien participó en la retención ilegal y figuraba como «madre» de la niña en documentos falsificados— enfrenta cargos por violación a la Ley 136-03 (protección de la niñez), Ley 137-03 (trata de personas) y el Código Penal dominicano. El tribunal le impuso una garantía económica de RD$800,000, impedimento de salida del país y presentación periódica ante las autoridades.
El Proceso de Reintegración Familiar
La niña, que había sido privada de su identidad y de su familia durante tres años, ingresó a un programa especializado del Centro de Atención a Víctimas del Ministerio Público, diseñado para recuperar su vínculo afectivo con su madre biológica. Una prueba de ADN confirmó el parentesco con un 99.9% de certeza, lo que permitió acelerar los trámites para su repatriación a Colombia.
«Este caso demuestra la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra delitos transnacionales como el secuestro y la trata de personas», declaró un portavoz de la Procuraduría General de la República. «Sin el trabajo conjunto entre México, Colombia y República Dominicana, este reencuentro no habría sido posible».
El Papel de la Interpol y las Autoridades Locales
La Dirección General de Persecución del Ministerio Público, la Dirección Nacional de Niños, Niñas, Adolescentes y Familia (DINNAF) y la Fiscalía del Distrito Nacional trabajaron en conjunto con Interpol y las autoridades colombianas y mexicanas para coordinar el rescate y garantizar el retorno seguro de la niña.
El 23 de julio de 2025, la madre de la menor fue recibida en las oficinas de la DINNAF, donde se iniciaron los preparativos para el rescate y la reintegración familiar. «Fue un proceso complejo, pero gracias a la colaboración internacional, logramos devolverle a esta niña su identidad y su familia», comentó un funcionario de la DINNAF.
El Futuro de la Niña y las Lecciones del Caso
Aunque la niña ya está con su madre en Colombia, el caso deja lecciones importantes sobre la protección de los derechos de la niñez y la lucha contra la trata de personas. Las autoridades dominicanas, mexicanas y colombianas continúan investigando la red de complicidad que permitió el secuestro y la falsificación de documentos, mientras Torres Hernández y Villarreal Cambero enfrentan procesos legales en República Dominicana.
«Este caso es un ejemplo de cómo la justicia transnacional puede funcionar cuando hay voluntad política y cooperación entre países», concluyó el portavoz de la Procuraduría.
















