El presidente Luis Abinader hizo un anuncio histórico este martes: el Gobierno ha adquirido el antiguo Hotel Santo Domingo, un inmueble icónico pero abandonado desde 2013, para convertirlo en un centro de convenciones de clase mundial. Este proyecto, que ha sido negociado con Central Romana Corporation, propietaria del terreno, busca transformar la capital dominicana en un polo de atracción para eventos internacionales, ferias comerciales y exposiciones de alto impacto.
Durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional, Abinader explicó que este centro no solo servirá para albergar convenciones, sino que también será un espacio de exposición para productos dominicanos, permitiendo al país mostrar su potencial comercial y cultural ante el mundo. «Este proyecto es una pieza clave para el desarrollo turístico y económico de Santo Domingo», declaró el mandatario, quien no reveló el monto de la transacción, pero aseguró que ya se ha reservado un presupuesto en el Ministerio de Turismo para iniciar las obras.
El Hotel Santo Domingo, ubicado en un lugar privilegiado frente al Malecón, cerró sus puertas en diciembre de 2013 y, desde entonces, ha permanecido en desuso. Aunque en 2014 se habló de su demolición para construir un nuevo proyecto turístico, este nunca se materializó. Ahora, con la adquisición por parte del Gobierno, el terreno de 34,000 metros cuadrados será transformado en un espacio moderno, funcional y diseñado para albergar eventos de gran envergadura.
El ministro de Turismo, David Collado, destacó que este centro de convenciones será un hito para el turismo dominicano, atrayendo inversiones y generando empleo. «Este proyecto posicionará a Santo Domingo como un distrito de reuniones y convenciones de primer nivel, comparable a los mejores del mundo», afirmó Collado. Además, el proyecto contará con la asesoría de la Institución Ferial de Madrid (Ifema), organizadora de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), lo que garantiza que el centro cumpla con los más altos estándares internacionales.
El director general de Bienes Nacionales, Rafael Burgos Gómez, firmó el contrato de compra del terreno, marcando el inicio de una nueva etapa para la zona. El proyecto también ha generado entusiasmo en el sector privado. Juan (Papo) Bancalari, presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo (Asonahores), destacó que este centro de convenciones cambiará el modelo turístico del país, atrayendo no solo a turistas, sino también a empresarios y profesionales de diversos sectores.
La construcción del centro de convenciones no solo revitalizará una zona abandonada de la ciudad, sino que también impulsará la economía local, generando empleo y atrayendo inversiones extranjeras. Este proyecto es un claro ejemplo del compromiso del Gobierno de Abinader con el desarrollo turístico y la modernización de la infraestructura del país, sentando las bases para un futuro más próspero y competitivo.
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