El Barrio Chino de Nueva York amaneció este miércoles con un ambiente de tensión y miedo tras la redada migratoria ejecutada el martes por agentes de ICE, la Patrulla Fronteriza y el FBI en las calles de Canal Street. Lo que comenzó como un operativo contra la venta de productos falsificados terminó en enfrentamientos, arrestos y una ola de incertidumbre que paralizó a cientos de vendedores ambulantes, muchos de los cuales decidieron no salir a trabajar por temor a ser detenidos.
Las autoridades federales insistieron en que la operación se basó en «inteligencia específica» y no fue aleatoria, enfocándose en delitos como la falsificación de marcas y la reventa ilegal. Sin embargo, el despliegue de agentes, el uso de gas pimienta y la detención de al menos nueve personas —cuatro de ellas acusadas de agredir a oficiales— generó un clima de desconfianza entre la comunidad migrante. «No estamos deteniendo a personas al azar. Hubo una razón basada en reportes de actividad criminal», declaró Todd Lyons, director interino de ICE, en declaraciones a Fox News.
El impacto del operativo fue inmediato: este miércoles, cientos de puestos callejeros permanecieron cerrados, especialmente en la intersección de Canal y Lafayette, un punto neurálgico para el comercio informal. «Con temor y todo, yo no me puedo dar el lujo de no salir a producir», confesó una vendedora de frutas hispana, quien, a pesar del miedo, salió a trabajar con los ojos puestos en cada movimiento de las autoridades.
Mientras, activistas y líderes comunitarios denunciaron que el operativo discriminó a vendedores por su origen étnico y condición migratoria. Mohamed Attia, director del Proyecto de Vendedores Ambulantes, calificó la redada como «deplorable» y acusó a las agencias federales de perseguir a personas solo por su apariencia. «Están violando derechos civiles básicos. Esto no es la Nueva York que conocemos», afirmó.
La fiscal general del estado, Letitia James, instó a los neoyorquinos a documentar y denunciar cualquier abuso durante el operativo, prometiendo revisar las acciones de ICE. «Nadie debe vivir con miedo a ser detenido o intimidado ilegalmente», declaró. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿Este es el inicio de una nueva era de redadas migratorias en NYC?
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