Muchos residentes permanentes en Estados Unidos viven con la tranquilidad de que su «green card» les garantiza estabilidad, pero la realidad es que este estatus puede perderse más fácilmente de lo que crees. En 2025, las políticas migratorias son más estrictas, y hay varios escenarios en los que las autoridades pueden revocar tu residencia y hasta deportarte.
El primero y más obvio es la comisión de delitos. No importa si llevas años viviendo en el país: si eres condenado por un crimen grave, como tráfico de drogas, violencia doméstica, abuso sexual o cualquier delito que implique una pena de prisión de un año o más, tu residencia podría ser revocada. Incluso delitos menores, como un DUI (manejar bajo influencia del alcohol), pueden ser suficientes para que las autoridades cuestionen tu estatus, especialmente si ocurren poco después de obtener tu «green card».
Otro riesgo es permanecer fuera de Estados Unidos por demasiado tiempo. Si te ausentas por más de seis meses sin un permiso de reingreso, las autoridades pueden interpretar que has abandonado tu intención de vivir permanentemente en el país. Esto es particularmente peligroso si no puedes demostrar vínculos fuertes con EE.UU., como un empleo, una casa o familiares directos. En casos extremos, una ausencia de más de un año sin justificación puede llevar a la pérdida automática de tu residencia.
El fraude migratorio es otra causa común de deportación. Si obtuviste tu «green card» mediante información falsa, documentos alterados o un matrimonio simulado, las autoridades pueden revocar tu estatus en cualquier momento. Con los avances tecnológicos, es más fácil que nunca detectar inconsistencias en los expedientes migratorios, por lo que cualquier mentira en tu solicitud puede salir a la luz años después.
También es importante tener en cuenta que actividades consideradas una amenaza a la seguridad nacional, como el terrorismo o el espionaje, son motivo suficiente para que el gobierno inicie un proceso de deportación. Incluso si no tienes antecedentes penales, involucrarte en organizaciones o acciones que las autoridades consideren peligrosas puede poner en riesgo tu estatus.
Para proteger tu residencia, es fundamental cumplir con todas las leyes, mantener vínculos claros con EE.UU. y evitar cualquier acción que pueda ser interpretada como fraude o abandono. Si tienes dudas sobre tu situación, lo más seguro es consultar a un abogado de inmigración antes de tomar decisiones que puedan afectar tu futuro en el país.
