Frotar la piel en lugar de rascarse es la mejor manera de aliviar el picor, según estudios científicos recientes. Esta técnica, respaldada por investigaciones publicadas en The Washington Post, no solo proporciona alivio inmediato, sino que también protege la piel de daños y evita el ciclo vicioso de picor-rascado. Los expertos explican que rascarse puede empeorar la molestia al liberar sustancias inflamatorias, mientras que el frotamiento suave activa mecanismos nerviosos que reducen la sensación de picor de manera segura.
El rascado es una reacción instintiva ante el picor, pero puede ser perjudicial. Tasuku Akiyama, dermatólogo de la Universidad de Miami, advierte que «el ciclo de picor-rascado es difícil de romper una vez que comienza». Rascarse genera microlesiones en la piel y activa moléculas que intensifican la comezón, creando un efecto rebote. En cambio, frotar la zona afectada —incluso sin tocar el punto exacto del picor— estimula fibras nerviosas específicas que bloquean la señal de picor en la médula espinal, sin causar daño.
Un estudio de 2021 con 61 participantes demostró que acariciar la piel con un pincel suave —a velocidades lentas o rápidas— reduce el picor de manera significativa. La velocidad más lenta (2.5 cm/s) fue un 12% más efectiva, y los resultados se confirmaron en investigaciones con picor inducido por histamina. Además, los científicos encontraron que frotar áreas cercanas (hasta 2 cm del foco) también funciona, lo que es ideal para evitar tocar zonas lesionadas, como en casos de picaduras de insectos o psoriasis.
El mecanismo fisiológico detrás de este alivio involucra a los mecanorreceptores de bajo umbral (LTMRs), fibras nerviosas que transmiten señales táctiles a la médula espinal e inhiben la percepción del picor. Experimentos en ratones mostraron que, al bloquear estas fibras, el efecto calmante del frotamiento desaparece. Esto demuestra que el tacto suave es una herramienta natural para modular el picor sin afectar otras sensaciones, como el dolor o la temperatura.
Los dermatólogos recomiendan esta técnica como una solución práctica para personas con picor crónico, como pacientes en hemodiálisis o con urticaria. «Frotar la piel es más seguro y evita lesiones», señala Trisha Pasricha, de la Harvard Medical School. Incluso el picor psicológico —provocado por ver a alguien rascarse— puede aliviarse con este método. La próxima vez que sientas picor, optar por frotar la piel suavemente será la mejor alternativa para obtener alivio sin riesgos.
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