El año 2025 quedó marcado en la historia de la ciencia por un avance sin precedentes: K.J. Muldoon, un bebé de solo seis meses, se convirtió en el primer paciente en recibir una terapia génica personalizada basada en la tecnología CRISPR. Nacido en agosto de 2024 con una deficiencia genética ultra-rara que impedía a su cuerpo procesar proteínas, K.J. acumulaba niveles tóxicos de amoníaco en la sangre, lo que amenazaba con dañar su cerebro de manera irreversible. En condiciones normales, alrededor del 50% de los bebés con esta afección no sobreviven. Sin embargo, un equipo de científicos del Hospital Infantil de Filadelfia logró desarrollar, en un tiempo récord de seis meses, una terapia que corregía una única letra defectuosa en su genoma. Gracias a este tratamiento innovador, K.J. pudo regresar a su hogar en junio de 2025, convirtiéndose en un símbolo de esperanza para miles de pacientes con enfermedades genéticas raras.
Este logro histórico no solo salvó la vida de K.J., sino que también abrió una nueva era en la medicina personalizada. La revista Nature, en su edición especial de fin de año, seleccionó a K.J. como uno de los 10 personajes que marcaron la ciencia en 2025, junto a figuras como Susan Monarez, una microbióloga e inmunóloga con casi 20 años de experiencia en cargos públicos. Monarez fue nombrada directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en julio de 2025, pero fue cesada un mes después por mantener la integridad científica frente a las órdenes del polémico secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., quien le pidió despedir a científicos de la agencia y aprobar recomendaciones sobre vacunas sin considerar la evidencia científica.
Otro de los personajes destacados por Nature es Precious Matsoso, quien lideró la negociación del primer tratado pandémico global, adoptado formalmente en mayo de 2025. Este tratado, que requirió más de tres años de conversaciones agotadoras, establece que las compañías farmacéuticas deben proporcionar al menos el 20% de las vacunas y medicamentos pandémicos a la Organización Mundial de la Salud (OMS), garantizando un acceso más equitativo en futuras crisis sanitarias.
Además, la lista incluye a Achal Agrawal, un matemático que abandonó su puesto universitario para crear India Research Watch (IRW), una plataforma que denuncia violaciones de integridad científica y que ya cuenta con más de 77,000 seguidores en LinkedIn. Agrawal se enfrentó a una demanda de una universidad privada tras exponer casos de plagio y mala praxis en la investigación científica.
Estos avances y figuras destacan cómo la ciencia en 2025 ha dado pasos gigantescos, no solo en el ámbito médico, sino también en la defensa de la integridad científica y la preparación global frente a futuras pandemias.
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