Un aliado inesperado para el corazón El jugo de naranja, a menudo criticado por su contenido de azúcar, ha demostrado en estudios recientes que puede tener beneficios significativos para la salud cardíaca, gracias a su capacidad para modular genes relacionados con la inflamación y la presión arterial. Estos hallazgos sugieren que su consumo regular, en cantidades moderadas, podría ser una herramienta útil para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Efectos en los genes y la hipertensión Una investigación con adultos que consumieron 500 ml de jugo de naranja al día durante dos meses reveló que genes asociados con la inflamación (como IL6 y NLRP3) y la hipertensión (como NAMPT) redujeron su actividad. Además, el gen SGK1, vinculado a la retención de sodio en los riñones, también mostró una disminución en su expresión. Estos cambios explican por qué el jugo de naranja ha sido asociado con una reducción en la presión arterial y una mejor función vascular.
Mejoras en el colesterol y la resistencia a la insulina Otros estudios han encontrado que el consumo regular de jugo de naranja disminuye la resistencia a la insulina (un factor clave en la prediabetes) y reduce los niveles de colesterol LDL, mientras que aumenta el HDL («colesterol bueno»). En personas con sobrepeso u obesidad, se observaron pequeñas reducciones en la presión arterial sistólica y mejoras en la función endotelial, lo que se traduce en un menor riesgo de enfermedades cardíacas.
El papel de la hesperidina y otros compuestos La hesperidina, un flavonoide presente en los cítricos, es uno de los compuestos clave responsables de estos beneficios. Actúa como un potente antioxidante y antiinflamatorio, ayudando a relajar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación. Además, el jugo de naranja influye en la microbiota intestinal, promoviendo bacterias que producen ácidos grasos de cadena corta, beneficiosos para la salud cardiovascular.
¿Quiénes pueden beneficiarse más?
- Personas con sobrepeso: Experimentan mayores mejoras en el metabolismo de las grasas.
- Personas delgadas: Muestran un mayor impacto en la reducción de la inflamación.
Recomendaciones para su consumo Aunque el jugo de naranja no debe reemplazar el consumo de fruta entera (por su fibra), un vaso diario de jugo puro y natural (sin azúcares añadidos) puede ser un complemento saludable dentro de una dieta equilibrada. Sus beneficios, aunque modestos, se acumulan con el tiempo, contribuyendo a una mejor salud cardíaca a largo plazo.
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