¿Por qué tu hijo no rinde en la escuela? La respuesta podría estar en sus ojos El bajo rendimiento escolar no siempre se debe a falta de esfuerzo o capacidad. Según expertos, hasta el 30% de los casos de dificultades académicas están relacionados con problemas visuales no detectados. La visión es el sentido más utilizado en el aula: leer, escribir, copiar de la pizarra y hasta socializar dependen de una buena salud ocular. Sin embargo, muchos niños conviven con defectos como miopía, hipermetropía o astigmatismo sin que nadie lo note.
Síntomas que debes observar Los niños rara vez se quejan de no ver bien, pero hay señales que delatan un posible problema:
- Dificultad para leer o seguir el ritmo de la clase.
- Acercarse demasiado a los objetos o entrecerrar los ojos.
- Dolores de cabeza frecuentes, especialmente después de estudiar.
- Evitar actividades que requieran enfoque visual, como la lectura.
- Confundir letras o números al escribir o leer en voz alta.
Estos indicios, aunque parezcan menores, pueden estar afectando su concentración, comprensión y, en consecuencia, su rendimiento académico.
La importancia de un diagnóstico temprano La Asociación Visión y Vida advierte que 1 de cada 5 niños en edad escolar tiene un problema visual no diagnosticado. La solución es sencilla: revisiones oftalmológicas periódicas. Los especialistas recomiendan:
- Primera visita al oftalmólogo a los 2 años, o antes si hay antecedentes familiares.
- Chequeos anuales hasta los 8 años, cuando el sistema visual termina de madurar.
- Exámenes inmediatos si el niño muestra síntomas o bajo rendimiento inexplicable.
Consejos para cuidar la visión de tus hijos Además de las revisiones, adopta estos hábitos para proteger su salud visual:
- Iluminación adecuada en el área de estudio, evitando reflejos en pantallas o libros.
- Pausas visuales cada 20-30 minutos de actividad cercana (lectura, tablets, computadora).
- Dieta equilibrada, rica en nutrientes esenciales como vitamina A (zanahorias, batatas) y omega-3 (pescados, nueces).
- Limitar el tiempo frente a pantallas y fomentar juegos al aire libre.
Un pequeño cambio, un gran impacto Estudios demuestran que corregir problemas visuales puede mejorar el rendimiento escolar en un 15% o más. En muchos casos, unas gafas o terapia visual son suficientes para transformar la experiencia educativa de un niño. No dejes que un problema de visión limite el potencial de tus hijos: actúa a tiempo y dale la oportunidad de aprender con claridad.