En un país donde las dificultades tecnológicas son una constante, el restaurante «Doña Alicia» en La Habana ha logrado capturar la atención de propios y extraños con una propuesta innovadora. Con un robot mesero, asistentes virtuales y menús digitalizados, este lugar se ha convertido en un oasis de modernidad en el corazón de Centro Habana.
Un viaje al futuro en cada comida
La experiencia en «Doña Alicia» comienza desde el momento en que los comensales toman su asiento. Un menú digitalizado les permite navegar por opciones típicas de la cocina cubana, como bistec de cerdo, pastas y postres tradicionales. Para pedir bebidas como mojitos o daiquirís, los clientes pueden interactuar con Alexa, el asistente virtual disponible en cada mesa.
Pero el verdadero protagonista es el robot mesero, que lleva los platos a las mesas con precisión y colabora con el personal humano. Para Sonia Pérez, una cliente habitual, esta experiencia fue inesperada: «Parecía una película animada. No pensé que algo así fuera posible en Cuba».
Superando los desafíos tecnológicos
Implementar tecnología avanzada en un país con frecuentes apagones y escasez de repuestos no ha sido fácil. Sin embargo, el equipo del restaurante ha logrado adaptarse. Utilizan un sistema virtual para gestionar las órdenes, donde los pedidos se organizan por colores: verde indica que todo está en orden, mientras que rojo señala retrasos. Este método asegura una ejecución rápida y eficiente.
Diferenciación y aceptación
Según Yadiel Hernández, gerente del restaurante, la apuesta por la tecnología ha sido clave para atraer a una clientela diversa. «La gente viene buscando algo diferente. Para muchos, especialmente los niños, es fascinante ver un robot trayendo su comida», comentó.
A pesar de su éxito, los precios del restaurante siguen siendo elevados para la mayoría de los cubanos, reflejando las limitaciones económicas del país.
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