El gobierno de Donald Trump ha anunciado que retrasará hasta junio de 2027 la imposición de aranceles a los semiconductores chinos, una decisión que protege a Apple y a otras gigantes tecnológicas de un aumento repentino en los costos de importación. Según la documentación oficial, durante los próximos 18 meses, la tasa arancelaria se mantendrá en 0%, lo que permite a las empresas planificar sus operaciones a largo plazo sin presiones inmediatas.
El impacto en la cadena de suministro de Apple
Apple, que depende de proveedores chinos para componentes clave como chips de gestión de energía y controladores de pantalla, evitará un impacto financiero multimillonario gracias a esta moratoria. La compañía ya había iniciado esfuerzos para diversificar su producción, pero el retraso en los aranceles le da un margen adicional para consolidar esta estrategia.
Un equilibrio entre presión y prudencia
La administración Trump busca presionar a China por sus prácticas comerciales, pero al mismo tiempo evita un golpe inmediato a la cadena de suministro global. La USTR destacó que esta medida permite a los fabricantes estadounidenses acceder a semiconductores esenciales mientras se fortalece la producción local.
¿Qué significa para el futuro?
Aunque los aranceles finalmente se aplicarán, el retraso hasta 2027 y la tasa inicial del 0% ofrecen a Apple y otras empresas un tiempo valioso para adaptarse. El porcentaje exacto se conocerá un mes antes de la entrada en vigor, lo que añade un elemento de incertidumbre controlada al panorama comercial.
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