Por primera vez en la historia, las principales agencias espaciales del mundo —NASA (EE.UU.), Roscosmos (Rusia) y la Agencia Espacial China— colaboran en un plan para neutralizar una amenaza cósmica: el asteroide 2024 YR4, de 60 metros de diámetro, que podría chocar contra la Luna en 2032. Aunque el riesgo para la Tierra es bajo, los científicos no descartan un error de cálculo que lo desvíe hacia nuestro planeta.
Estrategias en la mesa:
- Opción nuclear: Fragmentar el asteroide con una explosión, pero requiere tecnología no probada y coordinación global.
- Impacto cinético: Similar a la misión DART (2022), pero con mayor incertidumbre por el tamaño de 2024 YR4.
El gran obstáculo: La capacidad tecnológica «Ningún país tiene hoy la infraestructura para lanzar una carga nuclear lo suficientemente potente», señala Alexánder Zhelezniakov, cosmonauta ruso. Además, un fallo podría disperar fragmentos radiactivos en el espacio, afectando satélites y futuras misiones.
¿Por qué es histórico este esfuerzo?
- Primera vez que EE.UU., Rusia y China colaboran en defensa planetaria.
- Plazo ajustado: Las ventanas de acción son entre 2029 y 2031 para una explosión nuclear, o 2030-2032 para impacto cinético.
- Riesgo compartido: «No se trata de salvar a un país, sino a la humanidad entera», advierte Zhelezniakov.
El precedente de Dimorphos: En 2022, la NASA demostró que podía desviar un asteroide (Dimorphos), pero 2024 YR4 es tres veces más grande y con una trayectoria menos predecible.
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