El huracán Melissa, que azotó Jamaica como un ciclón de categoría 5 con vientos de casi 300 km/h, ha dejado al principal destino turístico del Caribe en una situación de colapso total. Con hoteles cerrados, aeropuertos inoperativos y más de 25,000 turistas varados, los touroperadores internacionales han tenido que actuar con rapidez para relocalizar a los visitantes. República Dominicana ha emergido como la principal opción, recibiendo un aluvión de reservas que antes estaban destinadas a Jamaica, especialmente en polos turísticos como Punta Cana, Puerto Plata y Samaná.
El impacto en Jamaica ha sido descrito como «catastrófico» por las autoridades, con 19 muertos confirmados, ciudades como Black River reducidas a escombros, y más del 60% del país sin electricidad. Ante este escenario, empresas como TUI y otras agencias de viajes han reprogramado sus operaciones hacia República Dominicana, donde la infraestructura turística sigue operando con normalidad. Sin embargo, el desafío ahora es la disponibilidad hotelera, ya que el país está en plena temporada alta y espera superar los 11.5 millones de turistas en 2025.
Mientras Jamaica enfrenta una reconstrucción que podría tardar meses, República Dominicana se posiciona como el destino seguro y atractivo para los viajeros que buscan evitar las consecuencias del huracán.
