Por José Zabala
El árbol de Navidad ha sido, por generaciones, un símbolo esencial de las fiestas navideñas, tanto en República Dominicana como en la diáspora. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un descenso en la cantidad de hogares que decoran con este emblemático adorno. ¿Qué está pasando con esta tradición?
Razones del cambio
1. Factores económicos:
La situación económica es una de las principales razones detrás de esta tendencia. En República Dominicana, los costos asociados al árbol, las decoraciones y las luces navideñas han aumentado significativamente. Muchas familias priorizan otras necesidades básicas durante esta época festiva, especialmente ante la inflación y el costo elevado de la canasta básica.
En la diáspora, aunque las condiciones económicas puedan ser mejores, la comunidad dominicana enfrenta altos costos de vivienda y gastos relacionados con el envío de remesas, lo que también limita el presupuesto para decoraciones.
2. Seguridad y espacio:
En el país, algunas familias optan por no colocar adornos visibles como el árbol por razones de seguridad. En zonas urbanas, los robos y la inseguridad pueden disuadir a las personas de exhibir decoraciones que llamen la atención. Además, en apartamentos pequeños o viviendas con espacio limitado, un árbol puede representar un desafío logístico.
3. Cambios en las tradiciones:
La modernización y la globalización han afectado las costumbres navideñas. Algunas personas prefieren decoraciones minimalistas, optando por luces o adornos pequeños en lugar del tradicional árbol. Otros sienten que el espíritu navideño puede mantenerse sin necesidad de decoraciones físicas, enfocándose más en reuniones familiares y actos de solidaridad.
4. Estilo de vida acelerado:
Tanto en el país como en la diáspora, las demandas de un estilo de vida ocupado dejan poco tiempo para montar, decorar y desmontar un árbol de Navidad. Muchas personas priorizan la practicidad sobre la tradición.
¿Se está perdiendo la tradición?
La tradición no está desapareciendo, pero sí está evolucionando. Aunque menos hogares ponen árboles de Navidad, el espíritu navideño sigue presente de otras maneras:
• Las familias se reúnen para cenas y actividades religiosas.
• Los intercambios de regalos y las visitas a decoraciones públicas, como plazas y centros comerciales, se han vuelto más comunes.
• La música navideña y las comidas típicas siguen siendo elementos esenciales de la celebración.
Una tradición en transición
El árbol de Navidad representa más que un adorno; es un símbolo de unidad, esperanza y alegría. Sin embargo, los desafíos económicos, la inseguridad y los cambios de estilo de vida han llevado a que muchos dominicanos reconsideren cómo celebran esta época.
Mantener la tradición no siempre significa hacerlo de la misma manera. Un pequeño árbol, unas luces o incluso un rincón decorado pueden mantener viva la esencia de la Navidad. Lo más importante es que las celebraciones sigan siendo un reflejo de los valores familiares y culturales que definen a los dominicanos, ya sea en el país o en la diáspora.
José Zabala, Creador de Contenido